El secreto de Milosevic
El presidente yugoslavo se mantiene al frente de su país a pesar de los fracasos
, Parece increíble que un líder pueda sobrevivir a la pérdida de dos guerras territoriales, a la destrucción económica de un país y a la humillación política a manos de la comunidad internacional. Aún así, en los últimos cinco años, Slobodan Milosevic ha presidido el colapso de Yugoslavia, probado la derrota en las dos guerras en que se enzarzó, visto a Serbia hundida bajo las sanciones internacionales y asistido a 80 días de protestas multitudinarias en sus calles. Y sigue al mando.Hace menos de tres meses, justo antes de las elecciones del 17 de noviembre, Serbia parecía estar en mejor forma de lo que lo había estado en años, a la espera de acuerdos preferenciales de comercio con Europa y de reintegrarse en las instituciones financieras internacioneales vitales para la economía del país. El mundo se mostraba agradecido con Milosevic por dar su apoyo a los acuerdos de paz de Dayton. Su metamorfosis -de carnicero de los Balcanes a pacificador- era casi completa.
Ahora, Serbia vuelve a ser un paria, el país balcánico del estereotipo, inestable, dictatorial y corrupto. "Resulta difícil argumentar que Milosevic no ha salido debilitado", manifiesta un diplomático occidental. Con todo, puede no haber resultado irremediablemente debilitado.
Muestra de poder
El presidente dio muestra de su poder frente a la oposición al sacar a la calle a su temida policía especial contra los manifestantes pacíficos y a pesar de que se preparaba para un compromiso Político: reconocer las victorias electorales de la oposición el 17 de noviembre. "Mostró que seguía al mando, nos hizo ver a nosotros y a la comunidad internacional que cualquier cosa es posible cuando él la decide", declara un político local vinculado al partido gobernante. La violencia suscitó la condena internacional, pero recordó a la población los peligros a los que se enfrenta. "Soy el único líder, ese fue el mensaje", asegura el citado político. "Sí, es irracional, es una locura, es estúpido, pero es Serbia y Slobodan Milosevic".
Incluso en el compromiso, el presidente es deshonesto: su Gobierno se las ha arreglado para dejar la importante municipalidad de Nuevo Belgrado fuera de la lista de victorias de la oposición que él planea reconocer. Tal vez, calcula que la oposición será incapaz de mantener la lucha una vez que haya conseguido uno de sus objetivos. Es típico de la forma de actuar de Milosevic. Acepta hacer X, entonces miente, y finalmente, bajo intensa presión, hace X menos Y, donde Y representa algún factor pequeño pero significativo. Esto le permite negar la derrota.
"Es un hombre que hace todo demasiado tarde, cuando los malos movimientos ya están hechos", dijo Zvonimir Trajkovic, un ex consejero de Milosevic, a un periódico local, hablando de la forma de operar del presidente. "Es el tipo de político que puede cambiar su decisión o su postura. ¿Sabe por qué? Tiende a mantener conversaciones sin testigos". Un diplomático occidental que le conoce bien añade que Milosevic odia oír malas noticias y que rara vez acepta consejos de fuera de un pequeño círculo de íntimos de él y de su mujer, Mirjana Markovic, la político más odiada de Serbia, pero cuyo partido, JUL, es muy influyente.
Copyright EL PAÍS / The Independent
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