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Netanyahu anuncia que el Ejército de Israel seguirá en Líbano cueste lo que cueste

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció ayer a su consternada nación que no cambiará su política en Líbano a pesar del alto coste humano de la vieja y cruenta campaña contra la guerrilla proiraní del Hezbolá. "No vamos a refrenarnos ni ablandarnos. Defenderemos nuestro país, reduciremos los riesgos y, en última instancia, alcanzaremos la paz" declaró durante una visita de inspección al lugar donde el martes por la noche se estrellaron dos helicópteros militares, siniestro en el que perecieron 73 soldados que viajaban hacia bases de ocupación en Líbano.

, Reafirmando la postura de que Israel debe mantener firme su lucha contra Hezbolá, Netanyahu salió indirectamente al paso de críticos que abogan por la retirada de Líbano. El debate promete agudizarse en los próximos días, una vez que sean enterradas todas las víctimas del peor accidente aéreo de la historia israelí. En medio del luto nacional, los israelíes están de momento pendientes de la investigación para esclarecer las causas del choque de los dos aparatos Sikorsky CH-35 poco después de despegar en malas condiciones atmosféricas de una base en Galilea hacia la llamada zona de seguridad, la franja libanesa que desde 1985 ocupa Israel. Hezbolá describió ayer el accidente como "un castigo divino". En Beirut, el ministro libanés de Exteriores, Faris Bueiz, declaró que Israel debía extraer una "lección" del accidente. "La ocupación de partes del sur de Líbano constituye una dolorosa herida para los libaneses y motivo de la pérdida de vidas en Israel", dijo. Poco antes, el ex primer ministro israelí Simón Peres había manifestado que el desastre pone de relieve el hecho de que Israel debe pagar "el precio de la paz" con Líbano y Siria, el principal aliado político y militar de Beirut. Aunque opuesto a una retirada unilateral de Líbano, Peres es partidario de acelerar negociaciones con Damasco.Más de 200 soldados israelíes han perecido en Líbano desde 1985. El saldo del accidente del martes por la noche equivale a las pérdidas israelíes en los últimos tres años de guerra contra Hezbolá. No es la primera vez que un número tan elevado de militares pierde la vida de un solo golpe en Líbano. En 1982, más de 80 soldados perecieron en un atentado suicida cerca de Tiro.

La catástrofe ocurrió en momentos en que Israel se aprestaba intensificar sus operaciones contra Hezbolá tras la muerte de tres soldados en una emboscada guerrillera la semana pasada. Conscientes de que los guerrilleros han perfeccionado métodos para atacar caravanas terrestres con minas, misiles y bombas mimetizadas en el paisaje rocoso, los israelíes decidieron hace meses usar más los helicópteros para el transporte de tropas.

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