Leyes de cine
Cada vez que aterriza un Gobierno se siente obligado a hacer una ley del cine. No sé cuál es el criterio o el capricho, pero de hecho así sucede. Lo malo es que se nota que muy aficionados no son (quiero decir al cine), porque aficionados (en el sentido de poco profesionales) sí resultan, a tenor de las disposiciones con las que un Gobierno tras otro nos obsequian. Parece que la ley que se saca de la manga el PP, parece, digo, va a favor de distribuidores y exhibidores (o sea, como siempre) y en contra de los verdaderos aficionados. Todo puede resumirse en más cuota de pantalla para el cine americano (por si no era suficiente), más embrutecimiento, alienación y vulgaridad, y lento pero seguro destierro de cualquier identificación del cine como hecho cultural.No sé si alguna vez conoceré una mente preclara que haga una ley del cine con un artículo único: no cuotas, no licencias, cada uno proyecte lo que quiera y cuando quiera, pero, eso sí, todo deberá ser proyectado en el idioma en que se rodó. Aquí se ha aceptado el vergonzante monopolio que ejerce yanquilandia, y encima, por, si no era suficiente, les hemos regalado el idioma; no cabe más sometimiento.
Por eso, mientras Saritiago Ramos ganaba el Goya por una memorable interpretación, su película ya no podía verse en Madrid, tras ¡una semana de proyección!, para dar paso a titulos estadounidenses de dudosa relevancia.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.