El PNV pide al Gobierno que negocie con ETA

El Partido Nacionalista Vasco pide al Gobierno y a ETA que pongan "punto final" a a actual situación de bloqueo, porque considera preciso "buscar y posibilitar la vía de solución, llámese de diálogo, de negociación o como se quiera". Ésa es una de las reflexiones contenidas en el documento aprobado el sábado por el plenario del PNV. A juicio de los máximos dirigentes de ese partido, "el riesgo de fracaso no tiene parangón con cualquier beneficio para la paz, por mínimo que sea". El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, calificó ayer la propuesta del PNV de "atajo" que el Gobierno se niega a seguir.

, Los máximos dirigentes del PNV, con el documento presentado ayer, sientan las bases de la posición del partido ante la violencia terrorista. Tras reprochar a otras fuerzas el tratamiento "reduccionista" del Pacto de Ajuria Enea y su utilización como "frente antiterrorista", sostienen, sin citar a HB, que el pacto "precisa de una revitalización y una actualizada reformulación que pueda propiciar en un futuro próximo una ampliación". El PNV se propone incorporar a HB a la Mesa de Ajuria Enea en "un futuro próximo".El documento, aprobado por el plenario del PNV-órgano integrado por la ejecutiva nacional, las direcciones provinciales y los cargos institucionales-, constituye a partir de ahora el cuerpo doctrinal de ese partido en materia de pacificación. Durante la conferencia de prensa en la que presentó las conclusiones del documento, el líder del PNV, Xabier Arzalluz, negó dos veces que la iniciativa responda al propósito de "cerrar la boca a nadie".

Punto final al bloqueo

Contra algunas interpretaciones de las declaraciones del portavoz peneuvista, Joseba Egibar, el pasado sábado, el Partido Nacionalista Vasco no rechaza en absoluto una negociación política entre ETA y el Gobierno. Antes al contrario, el documento elaborado por la dirección del PNV insta a ambas partes a "poner punto final a esta situación" de bloqueo y proclama que "cualquier intento serio en tal sentido tendrá nuestro apoyo, sin pretensión alguna de protagonismo". Eso sí, el PNV se reservaría su postura en el caso, poco probable dadas las pretensiones políticas de ETA, de que los contenidos de esa hipotética negociación chocaran con su ideario.

Buena parte del texto está orientado a ilustrar el propósito del PNV de "crear un clima favorable a la solución del conflicto" involucrándose en los movimientos e iniciativas dirigidas a este objetivo. Así, tal y como hiciera en 1992, el PNV reitera la máxima de que "el riesgo de fracaso no tiene parangón con cualquier beneficio para la paz, por mínimo que sea".

A favor de su posición en esa búsqueda de la paz, el PNV alude a la convicción generalizada, "incluso entre las policías", de que la desaparición de organizaciones como ETA no puede provenir de vías exclusivamente policiales. Tras reiterar que es preciso "buscar y posibilitar la vía de solución, llámese de diálogo, de negociación o como se quiera", el PNV dice estar "dispuesto a arriesgar y a moverse para conseguir la paz", aunque "sin llegar hasta el punto de dejar de ser lo que somos".

El PNV, pese a admitir su profundo escepticismo", se muestra decididamente partidario de que ambas partes intenten el acuerdo. "Nos rebelamos ante la posibilidad de ser el último resquicio del mundo occidental en el que subsiste una violencia irracional utilizada con finalidad política sin que pueda encontrarse una vía que permita encauzar la solución a este conflicto que nos ahoga como pueblo y nos somete a un desolador futuro de odio y enfrentamiento". Y añade que, si no hay avances, el PNV "no esperará eternamente " y buscará sus propias soluciones, pasando incluso por consensos diferentes a los del actual Pacto de Ajuria Enea.

Desconcierto

El PNV caracteriza a ETA como "expresión violenta, no democrática" del "contencioso vasco" que ha adoptado "las técnicas modernas de lucha de minorías denominadas como terrorismo". En la rueda de prensa, Arzalluz justificó el documento para aclarar dentro y fuera de su partido la posición del PNV en esta materia. Reconoció que lo contradictorio de algunos de los planteamientos expuestos por los dirigentes peneuvistas ha suscitado "un cierto desconcierto".

Las críticas al documento no han tardado. El ministro del Interior, Jaime Mayor, afirmó que en las actuales circunstancias es imposible el diálogo con ETA y calificó de "atajo" que el Gobierno no seguirá la propuesta del PNV. El presidente de Eusko Alkartasuna (EA), Carlos Garaikoetxea, considera "un error decir en público lo que debe hacerse por vías muy discretas". El portavoz socialista en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, Juan Alberto Belloch, declaró que el PNV parece querer colocarse en un "terreno de nadie", y señaló que los peneuvistas se mueven en un "magma global de gran confusión" que les lleva a hablar del Gobierno y de ETA como si fueran elementos equivalentes. El secretario general del PP en Euskadi, Carlos Iturgaiz, reprochó a la formación nacionalista que genere "confusión".