Los acusados del 'crimen del rol' "pactaron hacerse los locos"
Las dos psicólogas designadas por el juez para informar sobre la salud mental de Javier Rosado, cabecilla del crimen del rol, insistieron ayer en que se trata de un "mentiroso patológico" que se arroga otros yoes para simular locura y evitar la cárcel. En la cuarta sesión del juicio, Blanca Vázquez y Susana Esteban ofrecieron un dato que, a su juicio, corrobora la trama de Rosado, mentor del juego que costó la vida en Madrid, el 30 de abril de 1994, a un hombre de 52 años. "Pactó" con su compinche, Félix M. (entonces de 17 años y presunto coautor), que se harían pasar por locos si la policía les detenía.
Ambas psicólogas destacaron que Félix M. les comentó en una entrevista en los juzgados de la plaza de Castilla que Rosado y él alcanzaron un pacto tras matar de 19 cuchilladas a Carlos Moreno. Si la policía les detenía, fingirían sufrir amnesia; y que si no les servía ese atenuante, se harían pasar por locos. Los 10 peritos forenses que comparecieron ante la Audiencia de Madrid mantuvieron ayer sus diferencias sobre el estado mental de Rosado. Para unos es un "esquizofrénico paranoico", y para otros, un psicópata".La cuestión que se plantea ahora el tribunal, y de ahí los dos días que lleva dedicados a los informes periciales, es qué hace con dos muchachos, estudiantes, acusados de uno de los crímenes más sádicos cometidos en Madrid en los últimos años.
"Pocas veces", admiten fuentes judiciales de la Audiencia madrileña, "nos hemos encontrado ante un caso con tantas discrepancias entre los forenses". El tribunal tiene que decidir si envía a Rosado a un centro psiquiátrico o continúa en una cárcel normal.
Javier Saavedra, abogado de la familia de la víctima, planteó la siguiente pregunta a los peritos que consideran a Rosado un enfermo: ¿cómo es posible que un chico que tiene problemas de amnesia prosiga en la cárcel con sus estudios de químicas, filosofía y física cuántica. Y que, además, prepare el crimen y tome precauciones para que la policía no sospeche de él? "Pues porque no pierde su inteligencia; él sabe que el acto es antijurídico, conoce el antes y el después [del crimen] con completa lucidez de conciencia", contestó un psiquiatra. "Ha dicho usted que conoce la antijuricidad del acto, ¿verdad? No hay más preguntas, señoría", zanjó.
El abogado de la familia hurgó en las diferencias sobre el diagnóstico que existen entre los dos psiquiatras designados por el juzgado, los que no cobran a las partes por sus dictámenes. A Ambos la personalidad de Rosado les abre "un mar de dudas", pero concluyeron que sufre un grave trastorno de la personalidad.
Abundando en su informe sobre la compatibilidad entre la esquizofrenia y alto nivel de inteligencia de Rosado,el forense José Antonio García Andrade citó un ejemplo: ''Newton era un esquizofrénico, y, sin embargo, pudo alternar el ingenio con su esquizofrenia".
Informe de la acusación
El juicio quedará hoy visto para sentencia, si no surge ningún problema. El fiscal, tras los informes periciales, mantuvo ayer su petición de condena de 47 años de prisión para Rosado, al señalar que simula una esquizofrenia, en contra de lo mantenido por varios peritos. También la mantuvo para Félix M., al considerarle coautor del crimen, por el que le pide 34 años. En cambio, la retiró contra el también procesado Jacobo P., y la ratificó (seis años por conspirar para otro asesinato) para Javier E. El fiscal citó el "cruel y terrorífico" relato que escribió Rosado sobre el crimen, y que, a su juicio, coincide "punto por punto" con el informe policial sobre el crimen.El abogado de la familia de la víctima destacó en su informe, por su lado, que Rosado es una persona a todas luces normal e inteligente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.