Los peritos discrepan sobre la salud mental del principal encausado en el 'crimen del rol'
Javier Rosado, el ideólogo del crimen del rol, dejó por momentos de frotarse los labios con el bolígrafo en el que anota lo que se dice de él en el juicio e hizo una sonriente señal de victoria con los dedos índice y corazón. Fue su respuesta al testimonio que efectuó sobre su salud mental el psiquiatra Juan José Carrasco: "No es que simule estar loco, es que está loco", enfatizó el perito ante el tribunal que juzga a los estudiantes acusados de matar a un padre de familia de 52 años siguiendo las instrucciones de un truculento juego de rol. Una diversión que Javier Rosado, su mentor, denominó Razas y que está basada en los cientos de libros de terror y sadismo que ha leído.
El gesto victorioso de Javier Rosado, que hoy cuenta 22 años, resultó precipitado a la postre. Ya que los 10 peritos médicos citados por el tribunal para que informaran sobre el estado mental discreparon sobre si Javier está loco o es responsable de sus actos. Para los dos forenses designados por el juez que instruyó el sumario, Javier Rosado es, con matices, un psicótico: sus facultades mentales estaban totalmente anuladas cuando mató a Carlos Moreno. En cambio, para las dos psicólogas que analizaron a Rosado por encargo también del instructor, Javier Rosado es una persona cuerda. Un muchacho que, basándose en su alto nivel de inteligencia, finge y simula sufrir un trastorno múltiple de la personalidad.Despejadas casi todas las dudas sobre la autoría de la cruel muerte de Carlos Moreno, asesinado sobre las cuatro y media de la de la madugada del 30 de julio de 1994, el diagnóstico de los psiquiatras y psicólogos resulta clave al tribunal para decidir si Rosado debe ingresar en una cárcel ordinaria o ser tratado en un psiquiátrico penitenciario (por ejemplo, en el de Fontcalent, Alicante, donde está recluido también Francisco Escalero, el mendigo que asesinó a 10 personas en Madrid). Los psiquiatras se pronunciarán hoy sobre el estado mental de Félix M., entonces menor de edad (17 años), presunto coautor del crimen.
Aparte de Javier Rosado y Félix M., otros dos muchachos, también menores de edad, se sientan en el banquillo en relación con el llamado crimen del rol: Jacobo P. y Javier E., ambos por conspiración para un nuevo asesinato, que se frustró gracias a que un amigo de los encausados les delató el mismo día, un sábado por la noche, en que se disponían a iniciar otra batida homicida.
Los forenses que practicaron la autopsia a Carlos Moreno indicaron que recibió entre 16 y 19 cuchilladas y que su agonía pudo durar entre cinco minutos y un cuarto de hora. También aclararon que había heridas de distinta intensidad, infligidas por dos personas, aunque una de ellas no parece que tuviera ánimo de matar. Esto desbarata parcialmente la tesis de Félix M., que declaró el primer día que él estuvo en el lugar del crimen pero que todas las cuchilladas las asestó Javier Rosado.
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