Las viejas heridas del Ulster se reabren 25 años después de la matanza de Derry

La pintura de los murales que recuerdan a las víctimas está intacta, lo mismo que la memoria de la comunidad nacionalista norirlandesa, incapaz de olvidar la muerte por los disparos de soldados británicos de 14 manifestantes en el barrio católico de Derry el 30 de enero de 1972. El 25º aniversario del Bloody Sunday domingo sangriento, nombre con el que se conoce este trágico acontecimiento- se celebra hoy en un clima reivindicativo en Irlanda del Norte, donde los familiares de 13 de las 14 víctimas de la matanza se disponen a exigir una nueva investigación sobre lo ocurrido.Las heridas causadas a la comunidad norirlandesa por el Bloody Sunday siguen abiertas. Testigos de la manifestación que recorría el Bogside (barrio católico de Derry, Londonderry en los mapas británicos) ese domingo inolvidable han aportado ahora nuevos datos sobre los sucesos de aquel día, cuando las fuerzas de seguridad repelieron a tiros una marcha pacífica de ciudadanos que se manifestaban contra las leyes de internamiento policial y en defensa de los derechos civiles.

Los soldados del regimiento de paracaidistas alegaron que hicieron uso de las armas en respuesta a una agresión armada procedente de los manifestantes. Durante un tiempo se defendió la hipótesis de que francotiradores republicanos habían abierto fuego contra los soldados en un intento de causar una respuesta violenta y provocar una matanza, tal y como ocurrió. Sin embargo, nuevas pruebas, como la aportada por el doctor Raymond Maclean, que atendió a algunos de los heridos de bala, y grabaciones de radio interceptadas a las fuerzas de seguridad en aquel aciago día sugieren que los disparos procedían también de soldados británicos apostados en lo alto de la muralla vieja de la ciudad.

Con todo este material en la mano, los familiares de 13 de las víctimas se han decidido a reclamar al Gobierno de Londres que abra una nueva investigación sobre lo ocurrido en una manifestación que constituye una fecha clave en el martirologio particular de Irlanda del Norte.