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"Espero que haya justicia", declaró una hija de la víctima

En las últimas filas de la sala de la Audiencia Provincial se reunieron ayer los parientes de los cuatro estudiantes acusados del crimen del rol y la familia de la víctima, Carlos Moreno, empleado de limpieza. A la derecha se colocaron los amigos y familiares de Javier Rosado, Félix M., Javier E. y Jacobo P. Y a la izquierda, las dos hijas del asesinado con sus hermanos y un cuñado. Pero entre ambas familias no hubo intercambio de palabras durante la jornada. Tan sólo un duro cruce de miradas entre las tibias afirmaciones de los inculpados.Durante la declaración de Félix M., uno de los estudiantes juzgados, la hermana del fallecido exclamó con ira: "Ahí está Javier Rosado [el principal acusado de acuchillar hasta la muerte a su hermano]". Los familiares de Rosado giraron la cabeza sin hacer ningún comentario. La situación se repitió una vez más, pero los más allegados a los supuestos criminales permanecieron mudos.

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Las hijas de Carlos Moreno también permanecieron en silencio cuando escucharon sobrecogidas cómo Félix M. relataba el trágico asesinato de su padre. A veces cerraban los ojos o agachaban la cabeza. Una de ellas frunció el ceño al escuchar cómo uno de los acusados decía que la noche del crimen habían bebido. "Vaya excusa para matar", musitó, mientras escuchaba de boca de Félix M. la teoría del asesinato perfecto. Luego, en los corredores de la Audiencia Provincial, una de las hijas de la víctima dijo: "Espero que haya justicia".

El hijo de Carlos Moreno permaneció en la puerta de la sala junto a su novia y sus amigos, rodeado de decenas de micrófonos. No pudo entrar en la vista oral por figurar como testigo. "Sólo os puedo decir que estamos destrozados, hechos polvo". Carlos, encargado de una discoteca madrileña, aguantó el acoso de las cámaras y repitió: "Espero que se les castigue como se merecen". "No entiendo cómo pueden decir que sufrían algún tipo de trastorno o problemas psiquiátricos cuando, después del asesinato, lo escriben todo en un diario y lo comentan entre los amigos".

Según Carlos Moreno hijo, nunca nadie de la familia de los criminales se ha dirigido a ellos. "No ha habido nunca una palabra entre ellos y nosotros. Hoy nos hemos juntado con ellos en una sala de espera antes del juicio y cuando hemos entrado se han callado sin hacer ningún tipo de comentario". Los familiares de Javier Rosado y Félix M. no quisieron hablar, ni tampoco sus abogados defensores.

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