El Ecofin reactiva el debate sobre paraísos fiscales en la Unión Europea

Los ministros de Economía de los Quince acordaron ayer reactivar con fuerza el árido, largo y delicado debate sobre la armonización fiscal. El Ecofin, el consejo que reúne a los titulares de Economía, acordó que el debate se desarrolle en el grupo específico creado hace tiempo al efecto bajo los auspicios del comisario de Mercado Interior, Mario Monti, y formado por resentantes especiales de los ministros.Una vez más ha sido Alemania la impulsora de la armonización, cuya inexistencia actual cobra especial relevancia a medida que se acerca la creación de la moneda única europea, el euro. La falta de unidad fiscal y la poca tradición europea en materia de flexibilidad laboral y específicamente en movilidad geográfica son los principales argumentos utilizados por los críticos del euro para augurar su fracaso. Estas críticas son especialmente ácidas en el Reino Unido y en Estados Unidos.

Pero la armonización fiscal ha sido siempre un tema tabú, especialmente por las reticencias de Luxemburgo a perder las enormes ganancias que obtiene gracias a sus ventajas fiscales y al secreto bancario. Una vez más, el primer ministro y ministro de Finanzas luxemburgués, Jean-Claude Juncker, aseguró que el Gran Ducado no bloqueará el debate siempre y cuando no se ciña sólo a la fiscalidad sobre el ahorro y se extienda a todos los impuestos. A lo que no podrá extenderse es al impuesto sobre la renta, competencia exclusiva de cada país.

Fuga de divisas

Luxemburgo no aplica retención a los rendimientos del capital, lo que históricamente ha impedido a Alemania actuar fiscalmente en ese terreno porque la consecuencia inmediata sería la fuga de divisas. "Vamos a actuar con firmeza contra el oasis fiscal", afirmó ayer Theo Waigel, el poderoso ministro alemán de Finanzas. A su juicio no se trata de pactar un sistema fiscal único, sino de acordar reglas de juego que impidan la competencia desleal.Ningún ministro invocó la necesidad de acabar con el sistema de voto por unanimidad en asuntos fiscales. El español Rodrigo Rato fue aún más allá. Aseguró que España recurriría al veto si sus socios intentan modificar a la baja el actual régimen ' económico y fiscal de Canarias. Añadió que no cree que sea necesario llegar a ese extremo, porque los Quince entienden que la insularidad y la situación geográfica de Canarias justifican su régimen especial.

Los Quince alcanzaron un acuerdo sobre los fondos del Banco Europeo de Inversiones en el trienio 1998-2000. Según Rato, garantiza la partida de 300 millones de ecus (48.000 millones de pesetas) para América Latina y Asia y aumenta en 210 (hasta alcanzar los 2.310 millones de ecus, unos 370.000 millones de pesetas) los fondos para los países de la ribera sur del Mediterráneo.