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El discurso bélico de Zerual decepciona a una Argelia conmocionada por las matanzas

"El discurso del odio". Así ha calíficado el socialista Ait Alimed, el principal líder de la oposición democrática argelina, la alocución que dirigió al país el viernes por la noche el presidente Liamín Zerual, en la que prometió luchar hasta el final contra los grupos islámicos radicales y atacó violentamente a los partidos que defienden el diálogo. Esta crítica era compartida ayer por los partidos de la oposición y la prensa independiente, que desde diferentes ángulos ha expresado su decepción por el discurso del presidente de la República, que no anunció medidas para acabar con el terrorismo.

Las críticas contra el presidente Zerual procedían incluso de organizaciones y partidos políticos que tradicionalmente se han venido mostrando colaboradores con el régimen en su singular forma de construir la democracia en Argelia, pero que acusan al presidente de ambiguo, débil falto de "voluntad política" para acabar con el integrismo islámico, como aseguraba ayer Said Saadi, presidente del partido radical Agrupación por la Cultura y la Democracia.El Ministerio del Interior argelino lanzó ayer una seria advertencia contra la prensa en un comunicado en el que se afirmaba que "el Estado no va a tolerar bajo ningún concepto" ciertos titulares de periódicos que "siguen el juego a la propaganda terrorista" al "exagerar el número de víctimas de los ataques terroristas".

En la mañana de ayer, en plena resaca del discurso de Zerual, un centenar de manifestantes, en su mayoría mujeres, miembros de organizaciones nacionalistas, salieron a la calle para manifestarse y colocar una ramo de flores en el barrio de Belcourt, donde el pasado domingo se produjo un atentado con coche bomba que provocó la muerte a 42 ciudadanos, según informaron medios hospitalarios de la capital argelina, aunque los datos oficiales limitaron a 23 el número de víctimas mortales. Al frente de la manifestación marchaban -con flores y banderas argelinas- la ex minístra Leila Aslaui y la feminista Jalida Mesaudi, pero la comitíva no pudo llegar al lugar donde se produjo el atentado, ya que la policía le cortó el paso.

Las mujeres discutieron durante un buen rato con las fuerzas de seguridad que custodiaban la zona, entorpeciendo el tráfico, hasta que optaron por dejar las flores sobre la acera y continuar su marcha hacia la cercana Casa de la Prensa (el recinto donde tienen sus sede la mayoría de los periódicos dé Argel) mientras no dejaban ni un solo instante de gritar "No al terrorismo" y "Argelia libre y democrática".

Mientras tanto, el Parlamento argelino empezaba ayer a debatir las nuevas leyes con las que se recortan los derechos electorales y de las formaciones políticas. Los miembros del Consejo Nacional de la Transición -parlamentarios designados a dedo por el Gobierno- discutieron las nuevas leyes electorales y las de los partidos políticos, que deberán estrenarse a finales de este semestre cuando se celebren en Argelia las elecciones legislativas, a las que seguirán los comicios locales y provinciales.

La aprobación de estas leyes exigirá la refundación de todos los partidos políticos, con exclusión del Frente de Liberación Nacional, que deberán adecuar sus estatutos y programas a unas estrictas normas, entre las que se encuentran la prohibición de utilizar la religión, la lengua o la región como arma política. Esta nueva normativa colocará en una situación delicada a los partidos islamistas moderados y a los partidos nacionalistas bereberes, especialmente al Frente de Fuerzas Socialistas, la principal organización democrática de la oposición en Argelia, blanco permanente de los ataques del Gobierno.'

Lista del terror

En medio del estruendo del debate político se difundió ayer en Argel la noticia de dos nuevas matanzas. La primera se registró en el suburbio de Baraki, cerca de la capital, donde fueron degollados cinco miembros de la familia de un policía. La segunda matanza se produjo en una aldea de la provincia de Berruagía, 160 kilómetros al suroeste de la capital argelina, donde una falange de la guerrilla integrista ocupó el pueblo de El Omaria y, con una lista en la mano, capturaron a 23 vecinos, entre ellos 10 mujeres, y les degollaron en público en una plaza.Con estos últimos 28 asesinatos se elevan a 270 (207, según los servicios de seguridad) los muertos que se han registrado en Argelia desde que el pasado 10 de enero comenzó el Ramadán.

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