Cuando yo iba al colegio...

"La farola de palacio / se está muriendo de risa / al ver a los estudiantes / sin corbata y sin camisa". A sus 49 años, el alcalde de Girona y portavoz del PSC en el Parlamento de Cataluña, Joaquim Nadal, sigue recitando de memoria los versos que en su niñez la profesora de los Escolapios le obligaba a repetir una y otra vez en las clases de lectura. Memorizar era entonces sinónimo de aprender, algo que se conseguía "a golpes de palmeta y de alguna bofetada que caía de imprevisto", como relata el compositor Xavier Montsalvatge, que cursó sus primeros estudios en el colegio de los Hermanos de la Doctrina Cristiana de Girona. Los recuerdos que el músico y Joaquim Nadal guardan de sus años de escuela se recopilan en el libro Quan jo anava a estudi (Cuando iba a la escuela) en el que, 31 personajes catalanes, entre ellos el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, narran las experiencias que vivieron durante la etapa escolar. Los textos, la mayoría inéditos, constituyen "pequeñas fotografías de la interesante película que es nuestra historia educativa", según palabras del autor, David Pujol."Me dejaban en la puerta, y me atraían unos columpios y un pequeño tobogán que había en el jardín, entrando a mano derecha", recuerda Jordi Pujol de su corta estancia en la Escuela Blanquerna en el curso 1936-37. "Los pequeños como yo íbamos a las clases de abajo, niños y niñas. Recuerdo a una maestra que se llamaba Pujol. No fui a su clase, pero por el nombre me llamó la atención y al cabo de muchos años tuve el placer de poder saludarla. También recuerdo a la señorita Floral, que estaba al cuidado de los pequeños, y a la señorita Paulí".

Único profesor de la escuela El Serrat de Siurana d'Empordà (Girona), donde estudian una decena de alumnos, David Pujol ha tardado dos años en reunir los textos, que los autores han ido enviando "casi con cuentagotas" a la pequeña escuela de Siurana.

Con la publicación de Quan jo anava a estudi, el profesor de Siurana se proponía recuperar una experiencia que la revista Quaderns d'Estudi -publicada por el Consejo de Investigación de la Diputación de Barcelona impulsó entre 1915 y 1918. Precisamente bajo el epígrafe Quan jo anava a estudi, la revista publicó una serie de artículos en los que escritores eminentes de la época -Narcís Oller, Joan Maragall, Ángel Guimerá...- narraban sus recuerdos de cuando iban a la escuela.

El resentimiento hacia la vieja escuela lo delatan en sus textos, casi con unanimidad, los 31 personajes que han participado en el volumen Quan jo anava a estudi. El escritor Avel.lí Artís Gener, Tísner, rememora su paso por el Colegio Ibérico, un centro que, según asegura, "respondía a todo tipo de planteamientos seculares, casi rozando aquello de la letra con sangre entra". Heribert Barrera, dirigente de ERC, recuerda que en su escuela "la justicia era sumaria y la pena se cumplía de manera inmediata: nos hacían abrir la mano y recibíamos un golpe de palmeta, o más de uno si la falta era grave". El cantautor Raimon transcribe la letra de una de sus canciones, enormemente explícita: "... En la escuela te robaban la memoria, convertían el presente en una mentira".

La "contaminación ideológica" -ideas falangistas en el terreno político y católicas en el ámbito religioso- que se imponía en las escuelas durante la dictadura franquista resurge ahora en la memoria de los colaboradores del libro. El dirigente de Iniciativa per Catalunya Rafael Ribó asegura que se tomaba la Formación del Espíritu Nacional "con cierta distancia

No es el caso de Pujol, que asegura que "a la gente de Blanquerna les gusta recordar su paso por la escuela, la quieren mucho y se sienten orgullosos de ella". El lingüista Antoni Maria Badia Margarit da crédito a sus palabras. Badia guarda de este centro escolar entrañables recuerdos, y destaca que durante el cambio de régimen político de 1931 "la gente de Blanquerna se sentía comprometida con la Cataluña que reencontraba su camino". Después de la guerra, Pujol estudió en el Colegio Alemán.

Cuando hace un par de años el autor de Quan jo anava a estudi empezó a solicitar, por carta, la colaboración de los personajes, no les impuso ninguna condición, ni de estilo, ni de extensión, ni de ningún otro tipo.