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LOS ESTRAGOS DEL TEMPORAL

Un conductor muere aplastado en la M-30 al desplomarse unas pantallas antirruido

Marco Antonio Arévalo López, de 42 años, falleció anoche aplastado mientras conducía su coche por la M-30, en la cercanía a la incorporación a la carretera del Pardo. Sobre las 22.30, una docena de las pantallas de hormigón, que protegen de los ruidos a las viviendas del lado derecho, se desplomaron de golpe sobre su vehículo, un Ford Orion blanco, con él dentro. Un total de 67 metros de pesadas pantallas se precipitaron sobre el infortunado conductor cuando circulaba por el carril derecho, supuestamente para coger el desvío hacia la M40. La barreras eran nuevas. Fueron instaladas por el Ministerio de Fomento hace apenas un mes.Los bomberos atribuyeron la caída, en un primer momento, a un desplazamiento de tierras provocado por las abundantes lluvias. Lo primero que debió ceder, según esta hipótesis, fueron los muros que cerraban las parcelas de las viviendas ubicadas sobre la M-30, a unos ocho metros de altura respecto a la vía. Estos se vinieron abajo con sus jardines e impactaron contra las barreras sónicas situadas delante que, en una especie de efecto dominó, se desplomaron sobre la calzada atrapando al coche.

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La barrera antirruido se inauguró hace sólo un mes

El aviso del suceso lo recibió la Policía Nacional a las 22.36. Los primeros vehículos en acudir fueron un jeep de la Guardia Civil y una patrulla de la Policía Nacional. Posteriormente acudieron en tropel los bomberos, que llegaron a desplazar al lugar del suceso hasta nueve coches y una grúa.

Los bomberos se centraron en dos misiones: rescatar el cuerpo atrapado dentro del vehículo y asegurarse de que no hubiera nuevos desprendimientos. Para la primera labor, cortaron la barrera para rescatar el vehículo que estaba aplastado debajo.

La segunda función les llevó junto a las viviendas. Derribaron los muretes que separaban las parcelas y echaron sobre la carretera todas las piezas que estaban en situación inestable.

La llegada de la juez, para el levantamiento del cadáver, se registró pasada la medianoche. Para entonces los bomberos ya habían extraído el cadáver, cortando toda la capota del vehículo. El automóvil, en un estado totalmente irreconocible, fue retirado unos veinte minutos después.

Las mamparas del muro acústico eran de hormigón y acero

Prueba de la magnitud del derrumbe es el hecho de que para limpiar la calzada fue preciso desplazar una enorme grúa con potencial para levantar 45 toneladas de peso. "Ha sido dantesco. No sabemos cuántos miles de kilos de hormigón y acero se han caído", comentaba un bombero en medio de la ingente tarea.Los tres carriles de la autovía de circunvalación quedaron cortados al tráfico durante al menos dos horas -hasta las doce y cuarto de la madrugada- en dirección a la carretera de La Coruña (N-VI).

Justo frente a las viviendas adosadas elevadas sobre la autovía, las pantallas aparecían cubiertas de tierra, restos de la vegetación de los jardines y un cenador de tela. Ello prueba la hipótesis de los bomberos de que un alud de tierra tumbó el muro acústico. También aparecían tramos de muro de ladrillo. Era la zona que los bomberos habían estado tratando para evitar nuevos desprendimientos.

Sin embargo, las técnicos del servicio de mantenimiento de la M-30 (dependiente del Ministerio de Fomento) no se atrevían anoche a aventurar ninguna hipótesis para explicar la caída de las pantallas, a diferencia de los bomberos. Señalaron que hasta que no se produjera una investigación, no emitirían una opinión. Esa investigación comenzaría "ya, mañana [por hoy] a las ocho de la mañana", apuntaron.

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