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Cultura quiere cambiar el color del Real y el patronato exige recolocar las butacas

La accidentada reforma del Teatro Real, que ha costado 10 años y 20.000 millones, amenaza incluso con enturbiar la apertura, el 11 de octubre. Ahora resulta que las butacas han sido colocadas unas detrás de otras, dificultando la visibilidad, y que el Ministerio de Cultura quiere cambiar el color de la sala. La actuación del arquitecto Rodríguez Partearroyo es objeto de críticas en la sala y zonas de acceso. El ministerio, además de repintar la sala para eliminar el gris elegido por Partearroyo, propone contrapear las butacas y cambiar a toda prisa otros detalles. Se desconoce el alcance y coste de las reformas El teatro tiene un aforo de 1.800 localidades.

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