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YeItsin regresa unas horas al Kremlin para evitar el voto de destitución en la Duma

El líder ruso, Borís Yeltsin, que está recuperándose de una neumonía doble en una residencia cerca de Moscú, se vio obligado ayer a regresar por unas horas al Kremlin para demostrar que puede trabajar y salir así al paso del proyecto de la Duma Estatal que propone destituirlo por motivos de salud. El documento fue aprobado "en principio" -es decir, como texto de discusión-, pero no reunió los votos necesarios para su aprobación definitiva. El Kremlin, sin embargo, ocultó a Yeltsin de la vista público y no dio ninguna imagen de la exursión presidencial.

La sesión de ayer de la Duma Estatal, la Cámara baja del Parlamento ruso, fue una de las más tempestuosas de los últimos tiempos. Los diputados de la fracción progubernamental Nuestra Casa es Rusia abandonaron la sala antes de que comenzara el debate sobre el proyecto de resolución para relevar a Yeltsin por motivos de salud ya que lo consideran anticonstitucional y lo interpretan como un intento de enfrentar al Legislativo con el Ejecutivo.El diputado comunista Víktor lliujin, jefe del Comité de Seguridad de la Duma y autor del proyecto, aprovechó su intervención para lanzar un virulento ataque contra el actual presidente -al que tachó de borracho y le recordó tanto sus principales pecados alcohólicos como el cañoneo al Parlamento en 1993y contra su entorno, al que calificó de "deshonesto'..

Iliujin afirmó que Yeltsin es incapaz de gobernar el país, como lo desmuestra el hecho e que en los últimos ocho meses el presidente ha estado en el Kremlin "sólo cuatro veces; hoy [por ayer] es la quinta". Rusia, según Iliujin, "es gobernada por personas que no tiene facultades constitucionales" para ello. El dirigente comunista dijo que después de la operación de corazón practicada a Yeltsin a principios de noviembre pasado, su salud no ha mejorado y que, "según algunos datos, se le está desarrollando la enfermedad de Parkinson".

Además de los comunistas, la inciativa de lliujin fue apoyada por los diputados del Partido Liberal Democrático, que dirige el ultranacionalista Vladímir Zhirinovski. Sin embargo, en la izquierda, que en conjunto domina la Duma Estatal, se produjo una auténtica división: el filocomunista Partido Agrario y la fracción El Poder del Pueblo, que encabeza el ex primer ministro soviético Nikolái Rizhkov, se mostraron en contra de aprobar el documento de Iliujin, por considerar que es anticonstitucional y que, como tal, no tenía valor jurídico y sólo serviría para hacer más tensas las relaciones con el Ejecutivo. Grigori YavIinski, el líder del movimiento demócratico Yábloko, reafirmó su oposición a la política del régimen, pero también se opuso a la idea de destituir a Yeltsin por motivos de salud.

"Efectivamente da la impresión de que estamos en un hospital y escuchamos a enfermos de diversos pabellones", dijo en su irónico discurso Yavlinski, insinuando que la Duma se parecía a un manicomio. Acto seguido, Yavlinski acusó a los comunistas y al partido de Zhirinovski de querer engañar al pueblo al presentarse como opositores del actual régimen, cuando en realidad son cómplices de éste por haber votado a favor del presupuesto presentado por el Gobierno.

Los diputados aprobaron "en principio" el proyecto de Iliujin por 229 votos contra 63, pero al ponerse a votación como texto "definitivo" sólo 87 diputados se pronunciaron a favor -para aprobarlo se necesitaba un mínimo de 226- y 102 lo hicieron en contra. Los parlamentarios piensan volver a discutir el documento el próximo mes.

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La iniciativa comunista tiene un objetivo exclusivamente político, ya que aunque la Duma Estatal hubiera aprobado definitivamente la resolución que propone destituir a Yeltsin por motivos de salud, ésta no habría tenido valor jurídico.

Acuerdo con el Ejecutivo

Sin embargo, el problema de qué hacer cuando el presidente se muestra incapaz de gobernar el país es real, y ya se lo están planteando políticos que no son opositores de Yeltsin. En este marco se encuadra la inciativa, propiciada por algunos parlamentarios, de estudiar la posibilidad de restaurar el puesto de vicepresidente de la república, que podría ser elegido por el Legislativo. El candidato tendría que ser acordado con el Ejecutivo, lo que significaría un compromiso entre comunistas y gubernamentalistas, a quienes al menos une la necesidad de cerrar el paso al general Alexandr Lébed.A pesar de los esfuerzos del Kremlin por hacer creer que Yeltsin está casi totalmente recuperado, hay serias dudas al respecto. La visita del presidente al Kremlin ayer -donde, según el comunicado oficial, se entrevistó con el primer ministro, Víktor Chernomirdin, durante tres horas- sólo ha hecho aumentar las dudas, ya que los telediarios no mostraron ninguna imagen de Yeltsin, lo que indica que su estado dista mucho de ser bueno.

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