Sanz propone hoy a los partidos navarros un pacto para aislar a HB
Los partidos políticos navarros, a excepción de Herri Batasuna, se reúnen hoy en Pamplona en una nueva Mesa por la Paz, un año después de que, en enero de 1996, consensuaran un Acuerdo contra la Violencia que no ha impedido la brutal escalada de la violencia callejera padecida en la comunidad foral en los últimos 12 meses.Sin embargo, el documento base elaborado por el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz (UPN-PP), que servirá de punto de partida a la reunión, convocada en el Palacio de Navarra, es bien distinto del que propugnó el Gobierno tripartito que presidía el socialista Javier Otano. Si aquel texto, apoyado también por Unión del Pueblo Navarro-Partido Popular, proclamaba la legitimidad de todo proyecto político defendido democráticamente, y propugnaba una vía de diálogo entre el Estado y quienes abandonasen la violenta terrorista, el que hoy se encontrarán sobre la mesa socialistas, Izquierda Unida, Convergencia de Demócratas de Navarra y Eusko Alkartasuna insiste sobre todo en la necesidad de aislar social y políticamente a Herri Batasuna.
La tesis central de UPN-PP de intentar conseguir el acuerdo de no apoyar institucionalmente "en ningún ámbito representativo" a HB ha provocado críticas en todos los partidos, a excepción del Partido Socialista de Navarra. Sanz quiere hablar de la aplicación íntegra del nuevo Código Penal a los violentos y del apoyo a la tarea policial, obviando cuestiones como el futuro del nacionalismo vasco en Navarra o el final dialogado de la violencia.
El movimiento social por el diálogo Elkarri remitió ayer a los partidos navarros un decálogo en el que propugna la incorporación de Herri Batasuna a este foro de debate por la paz.
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