A Superlópez le crecen los enanos

Las desgracias del ingeniero vasco Juan Ignacio López de Arriortúa continúan y en su caso parece tener validez la castiza frase de éramos pocos y parió la abuela. La prensa alemana le involucra ahora en un presunto caso de soborno. El alto ejecutivo del mayor consorcio automovilístico europeo, la Volkswagen (VW), dimitió no hace mucho de su cargo para hacer frente a las acusaciones penales de apropiación indebida y espionaje in dustrial en su antigua empresa, la todopoderosa General Motors. Cuando todavía no se ha fijado fecha para que la Audiencia de Darmstadt (Alemania) decida sobre la petición de procesamiento de López y sus colaboradores, la prensa alemana publicó este fin de semana que un nuevo escándalo salpica al ingeniero vasco y sus colaboradores en el departamento de compras de VW: un presunto soborno con 10 millones de marcos (840 millones de pesetas) de por medio.

El semanario Der Spiegel, con quien López mantuvo un largo contencioso con rectificaciones impuestas por decisiones judiciales de por medio, aparece hoy con una información titulada 'Caso de soborno en VW', que arranca con esta frase: 'Al consorcio Volkswagen le amenaza un nuevo escándalo en torno a su antiguo jefe de compras Ignacio López".

De la lectura de la información no se deduce de forma tan lapidaria que López esté involucrado en el escándalo, pero el semanario alemán, que acaba de cumplir 50 años, nunca desaprovecha ocasión de sacudirle un palo a López, venga o no venga a cuento. Según Der Spiegel, el departamento de compras de VW, que dirigía López, está involucrado en el caso de soborno y un colaborador del ingeniero vasco, sin duda uno de los llamados guerreros, "habría intervenido. El departamento de revisión de VW se encarga de averiguar de forma preventiva si López lo sabía".

Todo parte de una disputa surgida entre la hija checa de VW, Skoda, y el consorcio abastecedor de instalaciones Asea Brown Boveri (ABB) por un quítame allá esos 100 millones de marcos (8.400 millones de pesetas). ABB recibió de VW el encargo de construir una planta de pintura para Skoda por un importe de 400 millones de marcos (33.600 millones de pesetas). A la hora de pagar la cuenta, VW y ABB no se pusieron de acuerdo en tomo a 100 millones de marcos (8.400 millones de pesetas), que parecen surgir de un incremento en los costes de construcción de la planta. Una décima parte de esa cantidad, 10 millones de marcos, responde, al parecer, a lo que de forma eufemística se denomina en alemán "aportaciones no técnicas". En México esto tiene un nombre más simpático: mordida. Esta cantidad parece haber sido enmascarada bajó la habitual partida de "asesoramiento".

De las informaciones de prensa no se desprende con claridad quién es el malo del culebrón. Unas versiones afirman que ABB amenazó a VW si no le pagaba los controvertidos 100 millones de marcos con denunciar a la justicia que, para la concesión del contrato, el departamento de compras le exigió una "aportación no técnica" de 10 millones de marcos. Este tipo de amenaza se conoce en todo el mundo como chantaje. Der Spiegel cita al jefe europeo de ABB, Eberhard von Korber, quien comenta todo con una palabra: 'Absurdo

Otras versiones dicen que fue precisamente VW la. que instó a ABB a que acudiera a la justicia. El departamento de prensa de VW se limita a constatar:' "Sobre el total de los costes de la ampliación de una planta de pintura en Skoda existen puntos de vista diferentes entre los departamentos correspondientes de ABB y Skoda. Para aclarar los hechos, está en marcha una investigación en el departamento de control".

Según Der Spiegel, el presidente ejecutivo de VW, Ferdinand Píech -quien se salvó por los pelos de verse incluido en la acusación de la Fiscalía de Darmstadt junto con López y los suyos-, ha ordenado que se investigue todo el caso y ha pedido a ABB que presente denuncia ante los tribunales.

En torno al caso flota la figura de Superlópez, quien llegó contratado a VW precisamente por su fama de ejecutivo capaz de reducir los costes de compras, algo que sin duda logró en sus tres años de trabajo en el consorcio. Los colaboradores de López- siempre comentaban en privado que los proveedores de la industria del automóvil formaban un sector donde imperaba la corrupción. Si ahora se confirmase que uno de los colaboradores de López está de verdad involucrado en un soborno de proveedores, se llegaría al colmo de la perversión.