La semilla del teatro
Las representaciones para escolares siembran en los espectadores del futuro el amor al escenario
Tanto en la capital como en otras localidades de la región existen salas y compañías teatrales que ofrecen sus programas a los colegios para que la semilla del teatro anide en los futuros espectadores. Para los más jóvenes es una ruptura en la rutina de las clases. Después de ver estas funciones escolares, no es raro que sean ellos mismos quienes demanden a sus padres que les lleven al teatro, a ver la misma obra u otra distinta. Casi todas estas funciones se pueden ver en programación familiar de fin de semana.Dentro de Madrid ciudad, éstos son los teatros que mantienen una programación estable para escolares o bien ofrecen funciones en días lectivos con la programación familiar de los fines de semana:
Sala San PoI. Organiza estas campañas desde hace 14 años. Sólo el pasado curso atrajo a casi cien mil escolares. Su éxito es el de una fórmula basada principalmente en montar títulos archiconocidos de la literatura infantil (Aladino, Pinocho, El mago de Oz ... ), con un lenguaje escénico clásico, apoyado en una estética infantil, es decir, colorista y fácilmente llamativa. Mantiene ahora dos espectáculos simultáneos: la obra que se representa de lunes a jueves y las funciones de títeres de los viernes. Hasta final de curso están programadas las siguientes obras: Piratas a babor, hasta el 21 de febrero; la undécima producción de la sala San Pol es una comedia musical de intrigas y. romances, dedicada a chavales de 6 a 11 años. Pinocho (de 4 a 9 años), del 27 de febrero al 20 de marzo. Los músicos de Bremen (de 5 a 12 años), de la Compañía Teatral de Albacete, del 9 de abril al 16 de mayo, y Peter Pan, de otro grupo invitado, Pluja Teatre (Gandía, Valencia), del 19 de mayo al 6 de junio.
Las funciones de títeres, presentan el estreno de Las fábulas de Esopo, último montaje del grupo Los Títeres de Horacio, así como Ricitos de Oro y los tres ositos, de La Gaviota, y Los tres cerditos, de Marimba Marionetas; las tres funciones están pensadas para niños y niñas de tres a seis años. A partir de seis años y hasta nueve se podrá ver El rey de los dinosaurios, también de Marimba, de la que está prevista una única función el 7 de marzo.
Cuarta Pared. Fuerte la apuesta de esta sala, cuya campaña escolar llega este año a su quinta edición y que tan sólo en el primer trimestre ha convocado a más de cinco mil niños, frente a los menos de cuatro mil que pasaron en todo el curso anterior. Según la responsable de la misma, Rosa Sánchez, su principal seña de identidad consiste en "ofrecer algo distinto". "Nosotros", dice, pretendemos satisfacer a aquellas minorías que no buscan el cuento clásico". Apuestan, además, por mostrar no sólo el teatro, sino otras artes escénicas; así, si en su anterior campaña dedicaron un apartado a la danza, este año lo dedican a la música. En febrero, el mes musical, se enseñarán dos trabajos radicalmente distintos: por un lado, el del grupo La Barraca, dedicado a indagar en la música tradicional castellana y que adentra a los chavales de cuatro a ocho años en sus propias raíces culturales; por otro, el de la formación senegalesa Yambar Louga, que introduce a los de 7 a 12 años en el conocimiento de otras culturas y otras etnias. El éxito de este año ha sido El secuestro de la bibliotecaria, prorrogado hasta el próximo 31 de enero. Se trata de una comedia, para edades entre 7 y 10 años, en la que la literatura redime a unos peligrosos bandidos. Desde el 25 de febrero hasta final de curso se podrá ver Hormigas sin fronteras, otra producción de la sala pensada para el mismo abanico de edades, que, bajo forma de musical, presenta una historia de explotación y solidaridad.
Teatro Lara. Unos 10.000 espectadores han visto ya su musical Cantando bajo la mesa, tanto en sesiones escolares como para la familia, los domingos a las 12.00. Según un responsable de la sala, la clave de su éxito reside en el abandono de la "cutrería que se genera en torno al teatro infantil". Además de la propia función, dedicada a un público de entre 4 y 11 años, con esta visita al Lara se puede contemplar un magnífico teatro de finales del XIX.
Teatro Pradillo. También algunas salas alternativas, aunque no han elaborado una campaña escolar específica, ofrecen en días lectivos las funciones de sus sesiones familiares de fin de semana. El teatro Pradillo lo hace con su producción La roca y la colina, una función de títeres pensada para las primeras edades. Ofrece, además, otros montajes de títeres como El retablo de la libertad de Melisendra, de la compañía El Retablo, que recrea un episodio de El Quijote; Una historia de enanos y gigantes de Sol y Tierra, que trata de la solidaridad y las diferencias, y Quiero una luna, de Ultramarinos de Lucas, que aborda la amistad.
El Canto de la Cabra. Esta sala alcanzó, el pasado curso, un notable éxito de público juvenil con su montaje de Esperando a Godot. Sin saberlo, la sala había puesto en escena un texto literario contemplado en el plan de estudios de COU. Este curso repiten con otra obra de Samuel Beckett, Los días felices.
El Montacargas. Ofrece hasta siete funciones distintas, desde fábulas (Érase que se era, de Teatro Alegre) hasta títeres (Rigoletto y los tres pelos del diablo, por El Carro de Tespis, y Titeretadas, por El Retablo) o una comedia musical de clown (No te muevas, muñeca, de La Torre Infiel) o teatro en inglés (Wiz from Wizland).
Sala Triángulo. Tira y ¡a Fofa! es un montaje de Alcantarilla Teatro, que se puede ver en la sala Triángulo, en el que los actores hacen de títeres de tamaño humano. Está basado en dos textos actuales del autor Fernando Lalana (Premio Nacional de Literatura Juvenil 1991 por su obra Morirás en Chafarinas).
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