Arias-Salgado. reconoce que Barajas seguira colapsado durante los próximos dos años
Barajas no volverá a la normalidad hasta finales de 1998. El ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, reconoció ayer en el Congreso que "la importante situación de colapso" no se solucionará en breve. Achacó la congestión del aeródromo a la gestión del anterior Gobierno socialista y al aumento espectacular del tráfico aéreo registrado en los últimos diez años. El portavoz del PSOE, Jenaro García, lo desmintió y culpó a los actuales gestores de haber "provocado el hundimiento de Barajas". El ministro anunció siete medidas que paliarían provisionalmente el colapso.
Arias-Salgado explicó que Barajas había pasado de 118.400 operaciones en 1986 a 246.000 en 1996 sin apenas mejorar sus infraestructuras. A esta situación hay que añadir un aumento injustificado de la demanda de permisos dé vuelo (slots), la congestión del espacio aéreo y la escasez de controladores. Aseguró que el colapso sólo se podrá solucionar a finales de 1998, cuando se termine la tercera pista y el número de vuelos pase de 50 a 90 por hora.Mientras, Fomento pondrá en marcha varias medidas que intentarán mejorar la puntualidad del aeropuerto: reorganizar el saturado espacio aéreo", retirar permisos de vuelo a todas las compañías en horas conflictivas y disminuir "el umbral de una pista en 700 inetros". Fuentes de Barajas señalaron que "la reducción del umbral significa que los aviones recorrerán menos pista al aterrizar y se ganarán de 12 a 15 segundos por movimiento". Un comandante de Spanair explicó ayer a este periódico que "se trata de una buena idea que agiliza el tráfico y que no pone en peligro los aterrizajes".
Incapacidad del PSOE
El ministro aprovechó también la ocasión para culpar al Gobierno del PSOE de los males de Barajas. Enumeró las siguientes causas: abandono del plan director elaborado, por UCD (que preveía la construcción de cuatro pistas), un plan de inversiones entre los años 1982 y 1991 "incoherente", un nuevo plan no ejecutado entre 1992 y 1996 (se invirtieron 27.000 millones de los 120.000 millones presupuestados), el retraso en tres años en la publicación del procedimiento de impacto ambiental necesario para ampliarlo, incoherencia en los diagnósticos de crecimiento e "incapacidad del Gobierno [socialistal en 14 años para promulgar una nueva ley reguladora de la navegación".
Arias-Salgado también rechazó la próxima construcción de un nuevo aeropuerto. "No hay tiempo. La tercera pista es imprescindible antes que construir uno nuevo". Indicó, sin embargo, que la próxima utilización de Torrejón aliviaría la saturación de Barajas, ya que hacia él serían desviados "los aviones de paquetería, negocios o deportivos". No obstante, no quiso aclarar cuándo podrán aterrizar en Torrejón los aviones civiles. El pasado 12 de diciembre aseguró que la base era la solución ideal y que en un par de semanas se utilizaría "con rendimiento". Incluso anunció la inmediata construcción de una carretera entre ambos aeródromos.
Arias-Salgado también habló ayer del apagón y posterior cierre del aeropuerto el 10 de diciembre, provocado por una taladradora de la empresa Euroconsult. Achacó la avería a "un exceso de confianza" de la empresa, que "no contaba con las autorizaciones".
El diputado socialista Jenaro García mantuvo que el aeropuerto no debía haberse cerrado ese día. "Sólo se tenía que haber llamado a los bomberos y haber puesto en marcha los seccionadores de los circuitos afectados en vez de cortar todo el suministro. Barajas es un aeropuerto con un equilibrio inestable, pero se puede gestionar. Cuando acceden personas no capacitadas, el equilibrio se rompe. Además, existe una descoordinación entre los altos cargos, aunque el ministro nunca es responsable de nada", ironizó. Su compañera de partido Cristina Narbona añadió que
u no se habían cumplido las exigencias de la declaración de impacto previas a la ampliación. Arias-Salgado respondió que el pliego de condiciones lo realizó el PSOE y que esperaba que se hubiera cumplido.
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