Francia aprueba beneficios fiscales para los fondos de pensiones

La ley sobre fondos de pensiones fue definitivamente aprobada ayer por la Asamblea Nacional francesa. Para impulsar los fondos y compensar el atraso que, en ese sector financiero, sufre Francia respecto a otros países, el Gobierno y la gran mayoría conservadora del Parlamento decidieron introducir un aliciente especial en la legislación. Cuando en una empresa se acuerde que una parte de los salarios sea destinada a un fondo privado, esa suma estará libre de toda carga social y fiscal, tanto para el trabajador como para el patrono.

Los sindicatos señalan que, por lógica, los asalariados tendrán interés en destinar la mayor parte posible de su sueldo a un fondo, y más conforme se acerquen a la edad de jubilación (60 años), con lo que la cotización al régimen general, calculada sobre la parte restante del salario, se verá reducida. Y amenazan al Gobierno con una "guerra abierta".Según los cálculos efectuados por las centrales sindicales, los distintos regímenes generales existentes en Francia pueden perder hasta 18.000 millones de francos (unos 450.000 millones de pesetas) al año, lo que supondría una reducción cercana al 4% en los ingresos de un sistema ya muy fragilizado por las tendencias demográficas. En estos momentos, hay casi 18 millones de pensionistas en Francia, uno por cada dos cotizantes.

Mientras los dirigentes sindicales preparan una "guerra abierta" contra la legislación sobre fondos de pensiones, sus bases les reclaman una jubilación más temprana. La jubilación a los 55 años se ha convertido en el gran debate francés. Los grandes partidos políticos afirman que se trata de una opción financieramente imposible.

Incluso los dirigentes de los sindicatos reconocen que no es realista, pero sus bases les exigen que la reivindiquen. Desde que los camioneros, consiguieron adelantar a los 55 años la edad de jubilación, en el mes de diciembre pasado, una gran mayoría de los franceses sueña con lograr lo mismo.

Retiro a los 55 años

La polémica de los 55, que dice mucho sobre el estado de ánimo en Francia, ha coincidido con la creación de los fondos de pensiones privados. La, aparición de esos instrumentos de ahorro ha abierto un segundo frente de debate relacionado con la jubilación.

Un 61% de los franceses, según una encuesta, creen que la jubilación a los 55 años, en lugar de los actuales 60, sería "buena para la creación de empleo" y por tanto "deseable". Entre los afiliados sindicales, casi la totalidad ha asumido la bandera de los 55.

Ante ese clamor e incipientes movilizaciones, herederas de las realizadas por los camioneros y los conductores de autobús (que lograron en diciembre acortar su vida laboral tras una larga huelga y un fenomenal bloqueo de carreteras), el propio Partido Socialista, que había coqueteado con la idea, se vio forzado a reconocer que retirarse a los 55 era imposible, salvo en "determinadas profesiones".

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jacques Barrot, intervino ayer en la Asamblea Nacional para descartar la jubilación a los 55. "Podría ser que al principio creara empleo, podría ser que ayudara a colocarse a los jóvenes, pero esa medida aumentaría las necesidades financieras de las clases pasivas, por lo que deberían aumentar las cargas sobre los salarios, el trabajo se encarecería y, a medio plazo, no se lograría otra cosa que agravar el paro", afirmó Barrot.