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La gasolina súper ha subido un 5% en un año, dos puntos por encima de la inflación

El descenso en el precio de los carburantes, que se dio prácticamente por seguro durante buena parte de 1996, no sólo no se ha confirmado, sino que se ha convertido en una utopía. En un año, el precio máximo del litro de gasolina súper ha subido un 5%, casi dos puntos por encima de la inflación (3,2%), desde las 114,80 pesetas del 6 de enero de 1996 hasta las 120,60 pesetas fijadas como precio máximo esta semana. El precio del barril del petróleo, por su parte, se ha incrementado desde enero de 1996 en casi nueve dólares. La guerra de precios entre distribuidoras, que tanto dio que hablar en 1996, se ha quedado en un conato, y el regreso parcial del crudo iraquí ha producido el efecto contrario al deseado.

Un confuso acuerdo negociado por el Consejo de Seguridad de la ONU con Irak; dos inviernos crudos; una nueva directiva comunitaria sobre composición del gasóleo (menos azufre); la incapacidad, de Rusia para adecuar sus exportaciones a las exigencias comunitarias y la fortaleza del dólar. Éstas son algunas de las razones que, en opinión de los analistas, explican por qué, en contra de las previsiones, el precio de los carburantes sube semana tras semana, en una tendencia al alza que se mantendrá en el corto plazo, afirman.Un incremento que ha alertado al Banco de España. La autoridad monetaria destaca en su informe de diciembre que los precios de la energía en los próximos meses pueden dificultar el control de la inflación: la energía supone el 7,1% del IPC y sólo los carburantes, el 5,1%. El barril de petróleo, que en enero de 1996 costaba poco más de 16 dólares, alcanzó un máximo de 23,5 dólares en abril del mismo año y después registró una tendencia a la baja (en torno a 18 dólares en junio) que se quebró poco antes de que empezara el verano. Desde junio, el precio en dólares del petróleo ha subido un 25%, superando los 25 dólares por barril y con tendencia a subir. La última e importante subida del precio máximo de la gasolina se ha producido esta semana: 1,20 pesetas en litro de gasolina súper, que sitúa el precio máximo en 120,60 pesetas por litro, tres décimas por debajo del máximo histórico que se registró el 26 de octubre de 1996 (120,90 pesetas). También, a partir de ayer, la gasolina eurosúper o sin plomo subió 90 céntimos, pasando de 115,60 a 116,50 pesetas por litro.

Precio de los gasóleos

En el precio de los gasóleos, liberalizado desde junio de 1996, la tendencia es similar y por las mismas causas: incremento estacional de la demanda y efecto de "retroalimentación": un aumento de la demanda en un derivado concreto acaba por tirar al alza de la materia prima. El gasóleo A, de automoción, ha subido desde el 1 de enero de 1996, cuando todavía estaba intervenido, hasta esta semana, en torno al 6% en surtidor: des de las 89,60 pesetas que costaba el 1 de enero del pasado año hasta las casi 95 pesetas litro que cuesta esta semana.

Uno de los acontecimientos más importantes registrado en el año en el mercado del crudo, el retorno de petróleo iraquí a los mercados internacionales, no ha tenido el efecto previsto. Inicialmente, la reanudación de las exportaciones estaba prevista para el verano de 1996, pero se retrasó hasta diciembre.

La razón por la que la vuelta del petróleo iraquí a los mercados no ha presionado los precios a la baja es, según algunos especialistas, el confuso acuerdo negociado por la ONU con Irak para el levantamiento del embargo. La ONU no marcó a Irak un límite en cantidad de crudo exportable. El límite fue monetario: petróleo por importe de 1.000 millones de dólares cada 90 días. Ello quiere decir que cuando Irak, en función de la cotización del dólar, supera ese límite, corta las exportaciones, lo que influye en los mercados y tiene un doble efecto: cuanto más alto esté el precio del crudo, menos petróleo venderá Irak y cuanto menos venda Irak, mayor presión al alza sobre los precios.

Guerra comercial

Tampoco la guerra comercial entre las compañías distribuidoras ha paliado esta senda alcista, aunque quizás en el futuro presione los precios a la baja. Repsol y Cepsa, por ejemplo, continúan vendiendo por debajo de los precios máximos fijados por Industria. En la súper, las rebajas oscilan entre los 60 céntimos que ofrece Repsol a los 70 céntimos que descuenta Cepsa.

Así, el precio medio de un litro de este tipo de gasolina en las estaciones de servicio de Repsol sigue siendo de 120 pesetas, mientras que en las gasolineras de Cepsa es 10 céntimos más barato, informa Europa Press.

En lo que respecta a la gasolina sin plomo o eurosúper, los descuentos son mayores, llegando hasta las tres pesetas. De esta forma, Cepsa vende el litro de este tipo de gasolina a un precio que oscila entre las 112,90 y las 113,90 pesetas, mientras que Repsol lo hace a un precio medio de 113,50 pesetas.

En cualquier caso, como recuerda un operador de un grupo petrolero español, el mercado del crudo "es de los más volátiles del mundo" y no se puede hablar de un único factor de inestabilidad.

Una fórmula cruda

El Ministerio de Industria y Energía fija los precios máximos de venta de carburante para las gasolinas (el precio del gasóleo está liberalizado) con una fórmula matemática, solamente comprensible para personas muy familiarizadas con las ciencias exactas, que tiene en cuenta los precios del carburante y del crudo en media docena de países de la Unión Europea y en plazas de contratación como Roma y Rotterdam. El resultado: desde enero de 1996, el precio máximo del litro de gasolina súper, el más utilizado por los consumidores españoles, ha subido un 5% (la previsión de incremento de precios para 1996 es del 3%).

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