El príncipe Carlos crea un gabinete de crisis para mejorar su imagen

El príncipe de Gales contará a partir de ahora con un grupo especial de asesores, dedicados a la tarea de restaurar el prestigio perdido del heredero al trono británico. El objetivo de este equipo, según confirmó ayer en declaraciones a una emisora de radio el director del patronato del príncipe, Tom Shebbeare, es transmitir una nueva imagen de Carlos de Inglaterra, la de un príncipe del pueblo.El espectacular rechazo al heredero del trono mostrado por las 3.000 personas que participaron el martes en un debate televisivo sobre la monarquía británica ha constituido una confirmación insoslayable de lo que era ya un secreto a voces: el príncipe no cuenta con la simpatía de su pueblo. La situación es grave si se considera que la reina Isabel II cumplirá 50 años en el trono el año 2002, y la fecha había sido considerada como un momento estratégico para iniciar el proceso sucesorio. Isabel II tendrá para entonces 76 años y su hijo mayor, que ya ha cumplido los 48 años, será un maduro aspirante de 53 años.

Pese a los esfuerzos desarrollados hasta ahora por sus asesores y por el propio Carlos de Gales, patrocinador de una iniciativa para reintegrar a la sociedad a jóvenes sin hogar, ni su defensa de las múltiples fes religiosas de sus súbditos, ni sus ataques a la arquitectura moderna, han logrado acercar su imagen a la gente. El recién formado equipo de asesores pretende vender mejor las actividades del heredero del trono y animarle a que sustituya a la reina en algunas tareas oficiales, incluidos los viajes al extranjero.

Círculos palaciegos consideran que el príncipe, erróneamente asesorado por su secretario privado Richard Aylard, que abandonó su cargo a finales del año pasado, se equivocó de plano al confesar públicamente su adulterio hace dos años.

A partir de ahí se desencadenó una carrera de yo más que tú en la que Diana se empleó a fondo, también ante las cámaras, para revelar intimidades, incluidas infidelidades matrimoniales, que arrojaron a la monarquía al arroyo. Tan es así que casi la mitad de los británicos no cree que la corona supere el año 2050.