Sorpresa
Hace unos días tuve la ocasión de ver El jorobado de Nôtre Dame, y aún tengo la sensación de haber invertido mi tiempo y mi dinero en disfrutar de un espectáculo realmente bien conseguido, un derroche de color y movimiento, y una trama que, si bien no considero la más apta para un niño, no por su intención, sino por la velocidad de los diálogos en ciertos momentos de la película y por sus alusiones con doble sentido, me pareció realmente interesante. Por ello me sorprendió la carta en EL PAÍS de Emilio Rodríguez, quien "rescató a sus hijos del cine" por no ser la mencionada película una "fábrica de sueños donde padres e hijos/ as se lo puedan pasar bien juntos".¿Recuerda la escena en la que Frolo, el malo de la película, se dirige a Esmeralda acusándola de que los gitanos sólo saben robar para vivir y que son todos unos indeseables? No hace mucho he podido escuchar la misma frase en relación a una pareja de inmigrantes que paseaban por la calle. ¿Y qué le pareció la parte en la que Quasimodo se deja ver en la plaza de la catedral para asistir a una fiesta y todos los que están allí hablan con él y le admiten como uno más creyendo que va difrazado y cuando descubren que realmente es distinto a ellos se apartan de su lado y le lanzan todo lo que encuentran a su paso? Piense en mil ejemplos de la vida diaria en los que muchas personas se ven marginadas por ser distintas. La vida no es de color de rosa, como usted la pinta, no sólo para usted, sino también para sus hijos, aunque sea difícil entender que la realidad también puede camuflarse con colores chillones y unos personajes de papel.-
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