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El Banco de España rebaja al 2,8% el crecimiento y endurece su objetivo de inflación para 1997

Victoria Carvajal

El Banco de España augura un crecimiento para 1997 más moderado del esperado por el Gobierno. En su último boletín económico, correspondiente a diciembre, el banco central vaticina que el incremento medio del PIB se situará "en tomo al 2,8%" este año, algo por debajo de la previsión oficial del 3%, sobre la que se basa la ejecución de los presupuestos. La autoridad monetaria se ha *fijado, además, un objetivo más ambicioso de inflación: quiere que esta tasa acabe el año en el 2,5% y que se sitúe en el 2% en 1998. Para lograr estas metas pide el cumplimiento de los presupuestos y una desaceleración del crecimiento salarial, aunque destaca la existencia de un riesgo exterior: la subida de los precios de la energía.

El gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, ya adelantó en su última comparecencia en el Congreso que la economía crecería este año "entre el 2,8% y el 3%". Asimismo, dijo que el objetivo del banco central sería situar la inflación "en el 2,5% a finales de 1997".Los economistas del Banco han optado por la previsión de crecimiento más conservadora, pero en cualquier caso ocho décimas superior al 2% que calculan ha crecido el PIB en 1996. En su opinión, el sector exterior tendrá una aportación negativa en este crecimiento, mientras que la demanda interna mostrará una aceleración. La contribución del sector público a la expansión se espera que sea restrictiva, dado el rigor presupuestario previsto.

Es un escenario económico del agrado del banco central, pues en su opinión "permite acomodar una evolución de los precios compatible con los objetivos de inflación para l997". Objetivos que la autoridad monetaria ha decidido endurecer a la vista de la fuerte reducción de la inflación en los países socios europeos con los que se ha de medir España para acceder a la moneda única. La referencia más a corto plazo es situar el IPC en el 2,5% en los últimos meses de 1997 y en el 2% a lo largo de 1998. El objetivo anterior era situar los precios "por debajo del 3%" a lo largo de este año.

Este halagüeño panorama no está exento de riesgos que, de materializarse, pueden obligar al banco central a dar marcha atrás en la relajación de los tipos de interés aplicada en 1996. Desde diciembre de 1995, el precio del dinero ha bajado tres puntos porcentuales hasta el 6,25%.Presupuestos y salarios

Los economistas del Banco identifican dos áreas que pueden obstaculizar una reducción adicional de la inflación: la política presupuestaria y las negociaciones salariales.

El cumplimiento de los recortes del gasto público "tendrán un efecto beneficioso", señala el Banco, "no sólo para reducir las tensiones de precios provenientes de la demanda, sino también para configurar expectativas de mayor estabilidad". El banco central insiste en que es "imprescindible que los salarios evolucionen de forma coherente con la desaceleración prevista en la inflación".

A estos riesgos domésticos cabe añadir uno externo: los precios de la energía. El precio en dólares del petróleo ha subido un 25% desde el pasado mes de junio. "Ello, combinado con la relativa fortaleza del dólar, configura una situación que, de persistir, introduciría una presión notable sobre el conjunto de los precios".

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