Excomulgado un sacerdote de Sri Lanka por no aceptar dogmas de la fe católica
Tissa Balasuriya recibe apoyo de teólogos del Tercer Mundo
El Vaticano ha decretado la excomunión de un sacerdote de Sri Lanka de 72 años de edad por haberse "desviado de la integridad de la verdad de la fe católica". La pena de expulsión de la Iglesia católica impuesta a Tissa Balasuriya es la primera de este tipo que se hace pública desde que fue excomulgado en 1988 el arzobispo integrista francés Marcel Lefèbvre por ordenar obispos sin autorización. Balasuriya ha sido acusado de no aceptar creencias católicas básicas como el pecado original y la inmaculada concepción de María.
Desde Colombo, la capital de Sri Lanka, Balasuriya señaló por teléfono el pasado lunes que estaba recibiendo cartas y telegramas de apoyo de todo el mundo, así como una petición de apoyo firmada por la Asociación Ecuménica de Teólogos del Tercer Mundo. "Todos dicen que siempre me tratarán como un sacerdote y como un católico", afirmó, y declaró que su batalla de cuatro años con las autoridades católicas le ha hecho sentirse "más católico que nunca".El sacerdote ha pertenecido durante 51 años a la orden de Oblatos de María Inmaculada y sus opiniones han sido calificadas como relativismo religioso, según el cual ninguna fe puede arrogarse la verdad y ninguna figura espiritual puede decir que es el único salvador. Esta ola de relativismo ha sido calificada por un alto cargo del Vaticano como la mayor amenaza a la fe dogmática desde el marxismo.La actitud desafiante de Balasuriya le ha destacado de entre otros teólogos que se han enfrentado al cardenal Joseph Ratzinger, a la cabeza de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La estricta disciplina impuesta por el papa Juan Pablo II se ha ejercitado sobre el teólogo suizo Hans Küng, el sacerdote estadounidense Charles Curran y la escuela de teólogos de la liberación de Latinoamérica. Sin embargo, ni Küng ni Curran fueron excomulgados.Grave e injusto
"Esto es mucho peor", señaló el lunes Küng, "quizás porque es un teólogo del Tercer Mundo. Es muy grave para este hombre y es muy injusto pero es una consecuencia de un sistema basado en la doctrina según la cual el Papa siempre tiene razón".
El caso de Balasuriya empezó en 1993, cuando la Conferencia Episcopal de Sri Lanka inició una investigación sobre su último libro, María y la liberación humana, que presentaba una visión crítica del culto a la Virgen, en particular su imagen como una "María del primer mundo capitalista, patriarcal, colonialista de la cristiandad", cuya "perpetua virginidad" la convierte en "una figura deshidratada que no es totalmente humana". El teólogo llevaba años pidiendo que el catolicismo avanzara en su reconocimiento de la legitimidad de otras creencias.
Una vez el asunto en Roma, Balasuriya se negó a firmar una profesión de fe redactada especialmente para él por la Congregación para la Doctrina de la Fe porque incluía un párrafo sobre la posición de la Iglesia contra la ordenación sacerdotal de mujeres. Entonces el Vaticano empezó a moverse inexorablemente hacia la excomunión, hecha pública el pasado domingo.
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