Entra en vigor en Polonia una ley liberal sobre interrupción del embarazo

Las polacas pueden abortar libremente hasta la duodécima semana del embarazo. La anterior restrictiva ley fue modificada en otoño pasado por el Parlamento a pesar de las protestas de la Iglesia católica, que logró movilizar a decenas de miles de fieles en protestas callejeras antiabortistas.Pese a las manifestaciones, el presidente polaco, el socialdemócrata Aleksander Kwasniewski, sancionó la ley que ayer entró en vigor con la oposición e los obispos que comparan esta postura proabortista con "la crueldad de Herodes".

La presión de la Iglesia sobre los médicos hizo, sin embargo, que muchos de los profesionales anunciaran ya que se rebelarán contra la nueva ley. En la provincia de Tarnow (sureste de Polonia), una región tradicionalmente católica y con fuerte presencia de los partidos de la derecha, los departamentos de ginecología de los hospitales locales advirtieron a sus médicos que no practicaran el aborto. Los médicos basan su postura en el código ético que permite al profesional negarse a ejercer el aborto si éste no estuviera de acuerdo con su conciencia.

La anterior ley, que rigió en Polonia desde 1993, prohibía la interrupción artificial del embarazo en todos los supuestos salvo en tres casos: una profunda malformación del feto, el peligro para la vida de la madre y cuando el embarazo fuera efecto de una violación: ahora el aborto se permite en una situación difícil económica o social de la madre con la única exigencia de que realice una consulta médica previa a la intervención. La derecha polaca anunció ya que intentará cambiar la legislación después de las parlamentarias a celebrarse en otoño próximo.

Descenso en EE UU

Por otra parte, las autoridades sanitarias de los Estados Unidos han anunciado que el número de abortos practicados en este país durante 1994 disminuyó un 4,7 por ciento con relación al año anterior, informa Efe.

El Centro para el Control y Detección de Enfermedades (CDE) de Atlanta informó que los abortos crecieron entre 1971 y 1980, permanecieron estables entre 1981 y 1993 y decayeron en 1994 hasta alcanzar 1.267.000 abortos legales, lo que supone la cifra más baja desde 1976.

El CDE atribuye este descenso al menor número de embarazos no deseados, a un cambio de mentalidad sobre la interrupción del embarazo o a un acceso más difícil a los servicios sanitarios que practican abortos. Las que más interrumpen su embarazo son las mujeres de raza blanca (un 60,5%), seguidas por las de raza negra (34,7%), mientras el último lugar lo ocupan las hispanas, con tan sólo un 15,4%, aunque represente un récord entre as mujeres de esta comunidad.