El senador implicado en una mafia policial en Zaragoza deja la política

El senador socialista Carlos Piquer ha anunciado que se dispone a abandonar la política para no perjudicar a su familia ni al PSOE, tras aparecer citado en una investigación sobre una mafia policial que actuaba en Zaragoza . Piquer asegura que es víctima del propio entramado mafioso, y alega que ha recibido "un mazazo" al ser vinculado con el narcotráfico. Ayer remitió una carta a Juan Alberto Belloch, presidente del PSOE aragonés, en la que le da "su palabra de honor" de no haber delinquido "conscientemente".

En declaraciones a EL PAÍS, el político socialista aseguró que su carrera política "está totalmente acabada" y que solicita del PSOE que le retire de los cargos públicos que ocupa -senador y diputado autonóMIco-, dejando en manos de la dirección los que, tiene en el partido. De esta manera pretende tener mayor margen de maniobra para defienderse de lo que entiende como una maniobra de algunos de los imputados para "distraer la atención de la propia red". En el caso de la mafia policial de Zaragoza, que se está investigando desde julio de 1995, hay 24 personas imputadas, la mitad de ellas policías y el resto, supuestamente vinculadas con prostitución, tráfico de drogas y explotación de lugares de alterne. Carlos Piquer, 44 años, separado y con tres hijos, ha sido acusado por una imputada -dedicada a la prostitución y presuntamente al tráfico de drogas- que le relaciona con la incitación al consumo de estupefacientes y a la participación en orgías en las que podría haber mujeres menores de edad.

Piquer regresó el jueves de las vacaciones navideñas para conocer las acusaciones que se le formulan y estudiar con su abogado los casi dos mil folios de que consta la parte de sumario a la que el juez Carlos Lasala ha levantado el secreto. El todavía senador, que cuenta con un amplio respaldo en las bases del PSOE-zaragozano, temía ayer un "linchamiento" de algunos contrincantes politicos -incluso en las propias filas socialistas- antes de que pueda defenderse. Si su renuncia no se hace efectiva antes de que el juez entregue toda la documentación que le afecta, y aun bajo, secreto, al Tribunal Supremo, deberá ser éste el que juzgue a Piquer.

Carlos Piquer se aplicaba en las últimos meses en conseguir nuclear en torno a Juan Alberto Belloch un grupo suficiente de personas que permitieran al ex ministro de Justicia e Interior hacerse con el control del PSOE aragonés. El pasado día 23 de diciembre organizó el tradicional encuentro navideño de algunos dirigentes socialistas zaragozanos, con Belloch como principal invitado. Del acto se desvincularon otros dirigentes afectos al sector renovador del partido.

El PSOE de Aragón decidirá hoy el futuro del senador una vez que éste ofrezca sus explicaciones. El secretario de Organización del PSOE de Aragón, Pedro Luis Martínez Pallarés, declaró a Efe que desde el partido no se pretende "linchar, ni moral ni socialmente" a Piquer. El PSOE quiere solucionar este asunto "de forma rápida, rigurosa y seria", pero antes busca dar a Carlos Piquer la oportunidad de ofrecer su versión. Ayer dio un primer paso.

Según Martínez Pallarés, si las acusaciones son ciertas, "ese comportamiento es impropio e inaceptable en un representante de la sociedad". Agregó que no cree que Piquer esté implicado en la trama de corrupción policial, sino que lo que hay, "quizá, es un contacto, mas o menos permanente, con los bajos fondos de la ciudad".