El Deportivo jugará, en Riazor ante el Barcelona
La guerra navideña entre el Deportivo y la FIFA se cerró con una componenda. El club gallego accedió a retirar su recurso judicial contra la clausura de Riazor, pero a cambio obtuvo el plácet para jugar en su estadio el próximo sábado ante el Barcelona, según el acuerdo que tomó el pasado martes el Comité Español de Disciplina Deportiva (CEED). Los miembros de este organismo jurisdiccional, que depende de la Secretaría de Estado para el Deporte, mostraron, sin embargo, su desagrado por la actitud del club gallego e incluso insinuaron que éste podría haber cometido "fraude de ley".Aunque ninguna de las partes ha reconocido la existencia de un pacto previo, resulta dificil creer que Lendoiro accediese a retirar su recurso ante la justicia ordinaria sin tener garantías de que su equipo iba a poder jugar en su campo contra el Barça. De hecho, su marcha atrás estuvo precedida de intensas negociaciones con la Secretaría de Estado para el Deporte. Finalmente todos han ganado algo y todos han cedido algo: la FIFA mantiene el principio de autoridad -la prohibición de acudir a la justicia ordinaria- y Lendoiro se sale con la suya: jugar ante el Barça en Riazor.
La resolución definitiva la tomó, pocas horas antes de acabar el año, el CEED. El comité tuvo en cuenta que la mayor parte de las localidades estaban ya vendidas, que apenas quedaba tiempo para organizar el partido fuera de La Coruña y "otras cuestiones que se pueden calificar, en términos generales, de orden público".
"Fraude de ley"
En todo caso, los miembros del CEED no resistieron la tentación de dejar patente su resquemor por la actitud del Deportivo. El texto de su resolución manifiesta cierta sorpresa por la "celeridad" con que el tribunal madrileño suspendió cautelarmente el cierre de Riazor cuando el club gallego presentó su recurso y señala que el comité hubiese querido alegar en ese momento "la observancia de un supuesto fraude de ley" por parte de la entidad de Lendoiro.
El organismo jurisdiccional se lavó las manos en otro de los aspectos más vidriosos del asunto. Optó por dejar que sea la Federación la que decida cuándo debe cumplir la sanción el Deportivo. El club gallego se apresuró a reiterar, mediante una carta a la FEF enviada el mismo martes, que el cierre de Riazor debería coincidir con el encuentro de vuelta de la Copa del Rey frente al Sevilla, el próximo día 15.
Tras conocer la solución definitiva al conflicto, Lendoiro compareció en público para mostrar su evidente "satisfacción". Detrás de las apelaciones a grandes principios -Lendoiro ha llegado a referirse a la Declaración Universal de Derechos Humanos y al reciente discurso navideño del Rey-, el club gallego apenas ocultaba otro objetivo más prosaico: disputar en su estadio de Riazor un encuentro del máximo interés deportivo y económico.
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