Las disensiones en el Ejército serbio, un nuevo frente para el presidente Milosevic

Al presidente serbio, Slobodan Milosevic, se le abren nuevos frentes: miembros de su coalición de gobierno como Dusan Mlhajlovic, del pequeño partido Nueva Democracia, le instan a que se decida "si está por la dictadura, la revolución o la reforma", igual que sectores del Ejército. El alto mando no ha desmetido de forma convincente la existencia de una carta abierta de un nutrido grupo de oficiales, aireada el domingo por la oposición.

No se ha revelado el nombre de los oficiales, pero sí el de sus guarniciones. Entre ellas se encuentra la brigada de paracaidistas, un cuerpo de élite situado en Nis, ciudad situada a 230 kilómetros de Belgrado. La respuesta oficial no ha sido tan categórica como se esperaba. "El Estado Mayor y todo el Ejército son unánimes en el ejercicio de sus tareas", afirma un comunicado hecho público ayer. "Cualquier interpretación equívoca del cometido castrense no constituye un pronunciamiento oficial, al margen de cómo se presente a la opinión pública".El presidente de Yugoslavia (Serbia y Montenegro), Zoran Lilic -sin poder real, pues éste lo tiene Slobodan Milosevic-, se reunió ayer con el general Momcilo Perisic, jefe de Estado Mayor y uno de los destinatarios, junto al propio Milosevic, de la carta de los oficiales.

Milosevic ofrecerá, con seguridad, una primera reacción en su discurso de Año Nuevo al informe de la delegación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que, encabezada por el ex presidente español, Felipe González, visitó Belgrado antes de Navidad. Este informe dio la razón a la oposición, al reconocer que ésta ganó algunos distritos clave en Belgrado y otras zonas del país en las pasadas elecciones municipales.

El pleno de la OSCE tiene previsto reunirse al final de esta semana y elevar este informe a definitivo. Milosevic tendrá tres alternativas: reconocer su derrota electoral, convocar nuevos comicios o desafiar a la comunidad internacional y enfrentarse a nuevas sanciones económicas.

La oposición, mientras, no cede en sus marchas callejeras. Por cuadragésimo tercer día ocupó ayer las calles de Belgrado. Lo hizo con grandes dificultades. La masiva presencia policial les impidió marchar hacia el centro y la nieve bloqueó una protesta motorizada de unos 5.000 estudiantes. El director de cine Emir Kusturica anunció ayer que sus simpatías políticas están con los estudiantes y con la oposición.

Ésta prepara una gran fiesta de Nochevieja en Belgrado. Coincidiendo con las doce campanadas, la oposición ha fomulado un llamamiento a todos los ciudadanos para que éstos hagan sonar sus despertadores "como una muestra de que el tiempo de Milosevic se está acabando".

Uno de los líderes de Zajedno (Unidos), la coalición- opositora, Vuk Draskovic, pidió ayer a las autoridades de Montenegro, aliadas de Milosevic, que boicoteen las instituciones federales.