El Museo Delacroix dedica una muestra a la independencia de los griegos
El recién restaurado Museo Delacroix de París ofrece una exposición cuyo tema central es la independencia griega. La muestra, organizada conjuntamente con el museo de la ciudad de Burdeos y la pinacoteca nacional de Atenas, lleva por nombre La Grèce en révolte. Más de setenta telas, dibujos y grabados, la mayoría de ellos procedentes de las colecciones públicas galas, se refieren a las peripecias, de la lucha por la independencia en Grecia. El cuadro más célebre es La Grèce sur les ruines de Missolonghi, una obra histórico -romántica del propio Delacroix.En Missolonghi murió Byron, que se había sumado a las huestes rebeldes. Delacroix inmortalizó ese episodio de la misma manera que Constance Blanchard y Ary Scheffer prefirieron recordar a las mujeres de Souli, aquellas que eligieron lanzarse al mar desde un acantilado antes que aceptar convertirse en esclavas de los invasores. La definitiva batalla de Navarin, en la que las tropas de Mahmoud II son derrotadas, abre la puerta a la creación de un Estado griego, y eso lo capta Jean-Charles Langlois en su Entrevue du général Maison y dÍbrahim pacha. El sultán había considerado que la autonomía griega que le imponían británicos, rusos y franceses era excesiva, y ahora va a ver cómo renace un viejo país líderado por Alexandre Ypsilanti, Mavrocordato y loannis Capodistrias.
Episodios trágicos
Los títulos de las obras lo explican casi todo: Mujer griega esperando el resultado de una batalla, Marcos Botzaris sorprende al alba un campamento turco, Soldados franceses en el Peloponeso, Joven griego defendiendo a su padre, etcétera. En realidad, el filohelenismo se expresa entonces de diversas maneras, y eso queda reflejado en las pinturas y grabados. En unos casos se habla de actividades mundanas ligadas a recaudar fondos para los patriotas; en otros, del elogio del cristianismo frente al islam; en unos terceros lo que se pretende es glosar el espíritu de rebelión contra la autoridad, mientras que no faltan las referencias clásicas. Chateaubriand se queja porque desde la colina de Atenas en la que está situado ya "no se oyen los aplausos de los ciudadanos ante un discurso de Demóstenes ni vemos salir del Pireo una flota, rumbo a Delos. Sólo nos llegan algunos gritos, proferidos por un populacho esclavizado".El Museo Delacroix, situado en el que fuera último domicilio del pintor, es un atractivo añadido a la exposición. En el antiguo comedor se hace referencia a los episodios más trágicos de aquella guerra; en el salón se evoca la transformación del interés por Grecia, desde la pasión por las Teemópilas y la época clásica a la más estricta actualidad; el taller acoge las obras de grandes dimensiones, mientras que en el dormitorio se agrupan las que tratan el tema del griego herido. La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 13 de enero, también incluye objetos 1 de la vida cotidiana.
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