Cascos retira sus palabras sobre la mujer, pero no se desdice del todo por "dignidad"

El sonoro conflicto creado por unas palabras del vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, tachadas de "sexistas" por todos los grupos parlamentarios a excepción del PP, se zanjó ayer con las disculpas del primero y la retirada de casi todo lo dicho en su polémica intervención. Cascos no se desdijo por completó amparándose en su "autoestima y dignidad" pero las parlamentarias del PSOE, IU, PNV, CiU y EA se dieron por satisfechas. Sus compañeras del PP acusaron a los demás grupos de organizar un "montaje político" en torno al incidente.

Hacía tiempo que en el Senado no se vivía una jornada de tanta expectación. Los grupos parlamentarios de la oposición llevaron al vicepresidente Álvarez Cascos a la Comisión Mixta de Derechos de la Mujer para que rectificara sus manifestaciones del 14 de diciembre en el Congreso.Las palabras de Cascos sonaron ayer de nuevo en el Senado, ya que en torno a ellas se construyeron la mayoría de las intervenciones. Las parlamentarias también sacaron a colación las no menos polémicas manifestaciones del secretario de Estado de Comunicación, quien había dicho unos días antes que la Constitución cumplía 18 años, por lo que "si fuera, hombre podría votar, y si fuera mujer, vestirse de largo". La desafortunada comparación de Rodríguez originó el conflicto con Cascos, al intentar el vicepresidente primero defender a su compañero de filas tras una interpelación de la diputada socialista Cristina Alberdi.Alvarez Cascos utilizó en el Congreso unas alusiones "metafóricas" que escandalizaron a la mayoría de las parlamentarias, haciendo referencia a que la "exaltación de la figura de la mujer como síntesis de virtudes tiene ya 25 siglos de existencia". Después invitó a las parlamentarias, a que salieran a la calle y vieran que precisamente las imágenes talladas en el "frontispicio" del viejo palacio del Congreso eran figuras de mujeres, por no hablar de las "cariátides" que sostienen el edificio. Las palabras de Cascos, así como la indisimulada sorna con la que respondió a la socialista Cristina Alberdi, provocaron que todas las parlamentarias, menos las del PP, abandonaran el hemiciclo.

Chaparrón dialéctico

La propia Alberdi, por el PSOE, y Cristina Almeida por IU, tuvieron sendas intervenciones apasionadas ayer, en tanto que María Jesús Aguirre, del PNV, Carme Solsona, de CiU e Inmaculada Boneta, de Eusko Alkartasuna, desgranaron discursos sobrios y duros sin ninguna concesión al vicepresidente. Francisco Alvarez Cascos aguantó, sin parpadear pero visiblemente tenso, el chaparrón de las parlamentarias, a pesar que desde su primera intervención pidió disculpas por si alguna de sus frases hubiera resultado "equívoca u ofensiva". Al final, el vicepresidente dijo que las retiraba, aunque no toda su intervención, porque algo de "dignidad y autoestima" debía quedarle.Si Álvarez Cascos quiso agradar con sus "metáforas" al parecer sólo las mujeres de su grupo le comprendieron. Al resto les pareció escandaloso e insultante. Alberdi le dijo al vicepresidente que con sus palabras lanzaba a las parlamentarias del escaño al frontispicio" y las comparaba con "figuras estáticas". Almeida le espetó que las mujeres no querían estar en tal "frontispicio", sino dentro del Parlamento. Para terminar, Alberdi, no se privó de recomendar a Alvarez Cascos la lectura de un folleto "básico, muy sencillo" titulado Propuestas para evitar el sexismo en el lenguaje.