Muere en Pekín, a los 93 años, el último eunuco chino
El último eunuco chino ha muerto a los 93 años en Pekín después vivir el fin de la dinastía imperial décadas de revolución comunista según anunció ayer su biógrafo Sun Yaoting, que había sido castrado cuando tenía ocho años que sirvió durante siete dentro la Ciudad Prohibida, falleció pasado martes en el templo donde tenía su morada, a las afueras la capital, informó Jia Yinghua, su biógrafo. "Era el último eunuco que quedaba en China", declaró Jia.Sun, que había nacido el 29 diciembre de 1902 cerca de la ciudad portuaria de Tianjin, fue castrado por su propio padre, deseoso de ganar poder e influencia en la corte imperial de la dinastía Qing. Meses más tarde la revolución acababa con esa dinastía manchú, que durante casi tres siglos había regido el país. Con ella se ponía fin a un sistema de promoción social mediante la castración, que proporcionó a los emperadores servidores durante mi de años.
Sun fue servidor de Pu Yi, el último emperador chino durante sus años finales en la Ciudad Prohibida después de perder el título imperial en 1911. Posteriormente, las nuevas autoridades comunistas que tomaron el poder 1949 le encargaron administrar templos de Pekín.
