Señores, ¿de qué van?
La última extravagancia del actual Gobierno de Aznar ha sido la reciente reunión del Consejo de Ministros celebrado en Canarias. Ustedes, señorías, que se han erigido en paladines del ahorro, de la restricción y de la congelación, ¿cómo consienten tal despropósito?¡Vaya tinglado que han montado! Todo el despliegue de medios -personal de seguridad, sanitario, hotelero, de transporte- se podía haber evitado si se hubieran quedado en su casa: La Moncloa. ¿No se dan cuenta de que esto representa un despilfarro para las resentidas arcas del Estado?, y sólo porque al señor Aznar le dio por prometer un Consejo de Ministros si ganaba las elecciones del pasado 3 de marzo; pues menos mal que no le dio por prometerlo en todas las ciudades donde mitineó, porque si no... ya me los veo viajando todas las semanas.
Si esta idea se le hubiera ocurrido al anterior Ejecutivo, se guro que no hubieran faltado comentarios al respecto, tildando el acto de fútil capricho del señor González.
Señores, déjense de caprichos, y, si les supone un trauma el incumplir promesas, no se preocupen, empiecen a cumplir algo de lo prometido en campaña, lo demás son caprichitos que salen bastante caros.-