"En 1997 seremos la alternativa a Telefónica en las grandes ciudades"

Desde la presidencia de Retevisión, SA, Pedro de Torres, de 54 años, es el encargado de preparar la empresa que el año próximo romperá el monopolio de Telefónica en la prestación del servicio de telefonía básica en España. No es tarea fácil, aunque cuenta con 40.000 millones de pesetas para empezar y prevé invertir, al menos, otros 200.000 millones en cinco años para convertirse en alternativa firme. Sus planes, no obstante, deberán ser ratificados por los socios de la nueva Retevisión. El Gobierno quiere vender el 80% del segundo operador en el primer trimestre de 1997 y varios grupos industriales, financieros y de servicios preparan ya sus ofertas para el concurso.Pregunta. ¿Qué servicios va a dar el segundo operador global de telecomunicaciones?

Respuesta. Tenemos vocación de ser un operador de servicios plenos. Queremos dar todo tipo de servicios de telecomunicaciones, desde el servicio de televisión al de transmisión de datos, pasando por la telefonía básica. Esta compañía necesitará, además, tener presencia en telefonía móvil, por sí misma o asociada con otra empresa.

P. ¿Cómo se va dar cuenta el consumidor de que a partir del año próximo puede elegir con qué compañía quiere contratar el teléfono?

R. Creo que el consumidor ya está notando los efectos del fin del monopolio en la telefonía móvil. Del mismo modo, la primera consecuencia de la competencia entre Telefónica y el segundo operador global es también que el coste de las llamadas será más bajo. Los beneficios de la competencia alcanzarán a todos los usuarios, sean o no clientes de Retevisión, porque la competencia que aporta un segundo operador provocará una bajada de las tarifas.

Empezaremos a ofrecer servicios al usuario final en algunas grandes ciudades, después iremos ampliando nuestro radio de actividad. Será un proceso que llevará tres o cuatro años para tener una infraestructura con una cobertura nacional razonable. Si ha costado 70 años construir una red como la de Telefónica, es lógico que a nosotros nos lleve algún tiempo.

P. Si van a tener que utilizar la red de Telefónica para empezar a dar servicios, ¿cómo piensan diferenciar su oferta?

R. La regla de oro de las telecomunicaciones es la interconexión. Por supuesto que habrá que pagar un canon por el uso de la red de Telefónica, y ya sabemos que más de un 50% de nuestros costes operativos irán a pagar la interconexión con el operador dominante, de la misma forma que Airtel es ya el mejor cliente del operador establecido, pero eso no debe incidir en los precios al usuario.

P. ¿Qué cuota de mercado le va a quitar el segundo operador a Telefónica? ¿y en qué plazo?

R. No se trata de robar clientes a nadie, porque éste es un sector que va a crecer al 7% en los próximos 10 años, y habrá negocio para todo el mundo. Y en competencia, de forma que el consumidor saldrá beneficiado.

P. Ahora hay 15 millones de líneas telefónicas. ¿Cuántas habrá cuando empiece a funcionar el segundo operador?

R. Habrá muchas posibilidades para aumentar el número de líneas, pero sobre todo, habrá más consumo. El uso medio de las líneas existentes en España es de nueve minutos; con la competencia crecerá significativamente el uso y, por tanto, los beneficios en la cuenta de resultados de todas las empresas que ofrezcamos el servicio.

P. El único consorcio que había expresado públicamente su interés en la privatización de Retevisión se resquebraja. El Banco de Santander, que lo lideraba (junto con ENDESA y BCH), no ve clara la operación y se cuestiona si no es más rentable esperar a que se liberalice plenamente el sector el 1 de diciembre de 1998, ¿Qué hace más interesante la compra del 80% de Retevisión que esperar la liberalización?

R. En primer lugar, contamos con una red operativa que ya está funcionando y partimos de una base excelente desde un punto de vista financiero. Esta empresa, que presta un servicio tan esencial como la televisión desde hace 40 años, nace con unos índices financieros estupendos y con beneficios.

P. ¿Qué plan de inversiones tienen previsto?

R. En 1997 arrancaremos con una inversión de 40.000 millones de pesetas. La plantilla actual, que es de 1.200 personas, puede haberse duplicado en 1998. Pensamos que la inversión puede alcanzar los 200.000 millones en cinco años.

P. ¿Qué se les va a exigir a los socios privados?

R. Primero tendrán que pagar un precio justo por entrar en la empresa. Tendrán que poner su empeño en hacerla viable. Y, por último, se les va a exigir un compromiso de inversión.

P. ¿Qué empresas españolas pueden cumplir esas exigencias?

R. Se trata de lograr que el capital del segundo operador tenga un componente nacional importante. Para que un consorcio sea competitivo en el concurso necesita aportar una base de infraestructura, necesita, tener capacidad financiera y es conveniente que venga avalado por una empresa de comunicaciones. Detrás del operador extranjero que optase a participar en Retevisión sería muy conveniente que hubiese un grupo de telecomunicaciones global.

Sé que varios grupos europeos de telecomunicaciones serán licitadores porque ya nos han expresado su voluntad. Habrá, por lo menos, dos o tres consorcios más del que usted ha citado.

P. ¿Cuántos operadores caben en el mercado español con garantías de hacer negocio?

R. Estoy seguro que dos. Habrá muchos otros operadores de comunicaciones, pero no serán globales, porque no tendrían garantías de negocio.