Navacerrada abre la temporada sin apreturas

Los esquiadores estrenaron ayer las pistas de Navacerrada sin agobios en la nieve y sin atascos en la carretera. La primera jorada invernal fue tranquila. "No ha venido o mucha gente, pero tampoco ha estado tan mal" explicó un hostelero de la zona. Durante el día se abrieron las pistas de El Escaparate y El Telégrafo. A las 12.00 se agotaron las 1.500 plazas de aparcamiento de Navacerrada, pero las otras dos zonas de estacionamiento no se llenaron.

Las dos pistas abiertas tenían un escaso espesor: 20 centímetros. "Mímino, pero suficiente para abrirlas", explicaba un empleado de las pistas. La mayoría de los copos de nieve eran artificiales y habían salido de los gigantescos cañones instalados en la cumbre. José Luis Galindo, director de la estación, aseguraba que se había comprobado la nieve a las seis de la mañana. "Hemos visto que estaba compacta y se ha podido abrir porque nos ha favorecido el tiempo. Una vez compactada la nieve fabricada, ha quedado una capa que ofrece a los esquiadores la posibilidad de deslizarse por 1.200 metros de pista sobre una nieve polvo y seca y de muy buena calidad", dijo Galindo. Los esquiadores, sin embargo, se quejaban. "Hay nieve, pero con poco grosor", señalaba Emilio, abogado de 35 años. "Es muy fina y hay piedras", se lamentaba otro esquiador. A juicio de Amelia, de 24 años, la nieve "está bien para esquiar, aunque está demasiado blanda". Algunos deportistas, según Europa Press, se quejaron del precio de los remontes, ya que consideraban exagerado que costaran lo mismo -3.400 pesetas- que cuando están abiertas las cuatro pistas. Muchos visitantes aprovecharon para deslizarse por el manto blanco con trineos o con bolsas de plástico. Una monja de 24 años, de la orden de las Adoratrices, resultó herida grave al golpearse con una piedra mientras se deslizaba por la nieve con un plástico, según informa Cruz Roja y el Servicio de Emergencia y Rescate de la Comunidad. Un helicóptero la evacuó en 20 minutos al hospital Doce de Octubre.