REY DE CORAZONES

Los controladores de vuelo del aeropuerto napolitano Capodichino interrumpieron el martes durante algunos minutos la huelga que mantenían para permitir el aterriza . e de un vuelo privado que llevaba al actor francés Gérard Depardieu. Éste, que tenía que participar en la muestra cinematográfica Capri-Hollywood y recibir un premio en la isla, pudo percatarse de hasta qué punto en Nápoles las reglas existen relativamente y el lugar es el paraíso del todo es posible. Porque no fue sólo el aterrizaje. Como el actor perdía el barco que tenía que transportarlo a Capri, dado el intenso tráfico de la ciudad, se movilizó un coche de la policía que le permitió atravesarla a golpe de sirena. Aun así, llegó un cuarto de hora tarde, pero, tercer milagro, el comandante le estaba esperando, eso sí, con el pasaje amotinado. Depardieu, chico agradecido, no tuvo más remedio que comentar: "Me habían dicho que los napolitanos tienen un corazón de oro, pero no imaginaba que fuera hasta este punto". Luego, entrando ya en materia cinematográfica, arremetió contra los productores italianos diciendo que no saben valorar a los actores que tienen en casa. Seguramente pensó que los productores no son napolitanos y tienen un corazón de piedra.-