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La fiscal Márquez de Prado pide reabrir el sumario del atentado contra Aznar tras el hallazgo de un plano

La fiscal de la Audiencia Nacional María Dolores Márquez de Prado pidió ayer la reapertura del sumario por el atentado de ETA contra José María Aznar al juez instructor del caso, Manuel García Castellón, tras hallarse el pasado lunes en un piso del comando Madrid un plano manuscrito del lugar del atentado. García Castellón no reclamó la causa al tribunal -que el martes había archivado provisionalmente el sumario- porque a policía no había remitido a la Audiencia Nacional la documentación incautada. Ese hecho provocó malestar en la Audiencia por que el juez de guardia, Baltasar Garzón, y García Castellón conocieron los documentos y el plano del atentado al ver en televisión al director de la Policía.

La fiscal Márquez de Prado, encargada del caso por el atentado contra el entonces jefe de la oposición, remitió ayer un escrito al juez Manuel García Castellón en el que le insta a que reabra el sumario -que precisamente el martes había sido archivado por falta de autores conocidos- ante los nuevos datos aparecidos sobre el caso.Además, Márquez de Prado ha pedido también a García Castellón que reclame al juez de guardia, Baltasar Garzón, los documentos intervenidos en el piso franco que el comando Madrid de ETA tenía en la calle Doctor Fleming de Madrid. La fiscal solicita la incorporación de la documentación incautada para efectuar otras diligencias que esclarezcan cómo se planeó y llevó a cabo el atentado y quienes fueron sus autores.

En el registro de la vivienda se encontró un detallado plano sobre el recorrido y el lugar donde se cometió el atentado el 19 de abril de 1995 contra Aznar cuando éste era todavía líder de la oposición, y en la casa se han encontrado numerosas huellas que permiten identificar a los terroristas que realizaron la acción de ETA.

Ni el juez Garzón, que continúa de guardia toda la semana y que fue el que autorizó la entrada y registro en el piso de la calle Doctor Fleming, ni el juez encargado del caso, Manuel García Castellón, habían recibido ayer por la mañana comunicación alguna de la policía. De hecho, en la Audiencia Nacional reinaba ayer cierto malestar por el hecho de que ninguno de los jueces hubiera tenido conocimiento del contenido de los papeles incautados, y de que ambos magistrados se hubieran tenido que enterar de la existencia del plano del atentado contra Aznar por la televisión, al presenciar la rueda de prensa ofrecida por el director general de la. Policía, Juan Cotino.

También se criticaba que la orden de registro del piso se hubiera pedido el día 2 al juzgado de guardia de la Audiencia Nacional, cuando de hecho la policía ya había entrado en la citada vivienda al conocer por la denuncia del propietario que los inquilinos podrían ser dos presuntos etarras.

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Etarras identificados

Según los datos aportados por el director general de la Policía, el piso había sido ocupado por los etarras Rufino Arriaga Arruabarrena y Ainhoa Múgica Goñi, y se detectaron huellas de un tercer miembro de ETA que podría ser el jefe del comando Madrid, Jon Bienzobas, reconocido como autor material del asesinato del ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente.En la vivienda del comando Madrid se encontró también todo un arsenal de armas y explosivos. El equipo Tedax de desactivación de explosivos que intervino en el registro tuvo que realizar una voladura controlada de una de las granadas abandonadas, que se encontraba montada y con peligro de que hiciera explosión.

La conclusión del sumario por el atentado contra Aznar había sido recurrida por la fiscal Márquez de Prado para solicitar el procesamiento del miembro de ETA Mikel Azurmendi Peñagaricano, Hankas, y también por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, aunque por otras razones, ya que se oponía al citado procesamiento.

El juez García Castellón y la fiscal Márquez de Prado. mantuvieron discrepancias a causa de la insistencia de ésta para que aquél procesase a Azurmendi Peñagaricano, a pesar. de que en un informe policial se señalaba que las huellas encontradas en el lugar del atentado contra Aznar no se correspondían con las del etarra.

La fiscal se basaba en que el 2 de agosto de 1994, ocho meses antes del atentado, una pareja de la policía municipal de Madrid intentó detener a un coche que había realizado un giro prohibido. Un hombre y una mujer amenazaron, a los agentes, les quitaron las armas y huyeron. Al día siguiente, el vehículo fue encontrado en las proximidades del domicilio de José María Aznar, y en el mismo había cuatro huellas del dedo índice de Hankas.

El incidente se amplió cuando la inspección realizada en la Fiscalía de la Audiencia detectó que la fiscal no había incorporado a la causa un segundo informe de otro departamento policial en el que se explicaba que Azurmendi no había intervenido en el atentado. El fiscal general del Estado Juan Cesáreo Ortiz Úrculo tiene intención de resolver sobre el documento de la Inspección esta misma semana.

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