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El Estado tendrá que endeudarse en medio billón más por un aumento del 10% del déficit de caja

El déficit de caja del Estado en 1996 aumentará un 10% respecto al año anterior, en lugar de reducirse un 18,5% como estaba previsto en las cuentas públicas. El Presupuesto del Estado tiene que regularizar algo más de un billón de pesetas de gasto efectuado en años anteriores, pero no contabilizado. Además, los ingresos por privatizaciones serán este año inferiores a lo previsto en unos 200.000 millones de pesetas. Esta mala evolución del déficit de caja obligará al Estado a emitir deuda suplementaria por un valor aproximado a los 521.000 millones de pesetas.

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La secretaría de Estado de Presupuestos prevé que al final del ejercicio el déficit de caja del Estado aumentará en unos 315.000 millones de pesetas sobre el del año anterior (3,15 billones de pesetas) en lugar de reducirse un 18,5% como figuraba en los Presupuestos de este año. Este indicador, que mide la diferencia entre los ingresos y pagos no financieros efectuados realmente por el Estado, empeora así de forma considerable. Según Presupuestos, la causa principal es la contabilidad irregular efectuada por el anterior Gobierno.En contabilidad nacional, sin embargo, la regularización pendiente de algunos pagos no afectará al déficit según este criterio ya que se trata, en su mayor parte, de obligaciones reconocidas en 1995. Esta forma de medir el déficit se diferencia de la fórmula de caja en que lo que mide es el saldo entre obligaciones y derechos y no entre ingresos y gastos en caja.

La obligación se genera, por ejemplo, cuando el Estado contrata una carretera. En el momento en que se paga esa obra hay que registrarlo a los efectos de caja. En ambos casos se trata de operaciones no financieras, es decir, no se incluye la variación de activos y pasivos financieros (capítulos VIII y IX del Presupuesto).

Son, en esencia, dos formas de medir lo mismo en dos momentos distintos. La contabilidad es la primera y sirve para valorar los compromisos que, tarde o temprano, tendrá que afrontar el Estado. En la caja lo que se refleja es el flujo de tesorería.

El criterio de contabilidad nacional es el que se tiene en cuenta a los efectos del cumplimiento de los requisitos de la moneda única europea. Según Presupuestos y pese al deterioro del déficit de caja, se cumplirá en contabilidad la exigencia de que la diferencia entre obligaciones y derechos del Estado se sitúe en el 3,5% del PIB "e incluso algo por debajo", según fuentes de Presupuestos.

La razón de estos resultados tan dispares entre caja y contabilidad es que este año el Estado tiene que pagar los 721.200 millones de pesetas de agujero heredado del Gobierno anterior. En contabilidad nacional la mayor parte de ese gasto se adjudicó a 1995 (el momento en que se reconocieron las obligaciones) pero debe aparecer en el déficit de caja en 1996 (cuando efectivamente se paga lo que quedó pendiente). Según Presupuestos, a finales de este año estará prácticamente todo regularizado, aunque puede quedar alguna cantidad pendiente de pago para 1997.

Además de esos 721.200 millones de pesetas, quedan otros casi 300.000 de intereses de la deuda que también se están regularizando este año. Hay una primera partida de 151.000 millones de pesetas que responde a intereses efectivamente pagados en diciembre de 1995 pero que no se reflejaron en caja, ya que se utilizó para ello un préstamo del Banco de España. En este caso, lo que se ha hecho es dividir esa carga por 12 y hasta la fecha se han aflorado 117.000 millones de pesetas.

Una segunda partida de 143.000 millones. de pesetas responde a emisiones de bonos realizadas al descuento; es decir, que el titular sólo paga en el momento de la compra la diferencia entre el principal y los intereses. Esa diferencia antes se contabilizaba como capítulo IX de los Presupuestos, es decir, como un pasivo financiero, lo que no tiene incidencia en el déficit no financiero. Ahora el criterio es computarlo en el capítulo III (intereses de la deuda) que sí es un gasto a efectos del déficit de caja no financiero.

Hay, por último, menores ingresos por privatizaciones respecto de lo previsto. El Gobierno anterior presupuestó 500.000 millones de pesetas y, hasta la fecha, los ingresos sólo alcanzan los 200.000. En el caso de que antes de final de año Telefónica compre al Estado Telefónica Internacional, los ingresos por privatizaciones aumentarían en unos 100.000 millones. El desfase hasta final de año quedaría en 200.000.

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