Los olvidados

El fútbol español ha sido postergado en la selección de jugadores que optan al Balón de oro, el trofeo que designa al mejor jugador de las Ligas europeas. Es el galardón más prestigioso del mundo y la referencia que debería servir para certificar el estado de salud futbolístico de cada país. Según la relación de jugadores nominados, España tiene una excelente Liga, pero la calidad de sus futbolistas nativos es muy precaria. Entre los cincuenta aspirantes al Balón de Oro, hay nueve que juegan en el campeonato español -el segundo país más representado, después de la Liga Italiana (18)-, pero sólo dos jugadores locales: Raúl y Sergi. La cifra, por ínfima, habla del dudoso criterio del jurado de periodistas que elige a los mejores futbolistas actuales. Estos expertos han colocado al fútbol español a una distancia sideral del alemán -ocho nominados- y el francés -siete-. Por delante también figuran Italia -cinco aspirantes-, República Checa -cuatro-, Inglaterra -tres- y Croacía -tres-. En resumen, los españoles suponen el 4% de los jugadores preseleccionados. El porcentaje es ridículo y expresa francamente mal la situación de nuestro fútbol, que vive tiempos excelentes.La inclusión de Raúl y Sergi resulta incuestionable. Son dos futbolistas contrastados y excitantes, uno relacionado con la astucia y el otro con el despliegue físico. Pero su elección no basta para satisfacer el prestigio del fútbol español. A primera vista se antojan varios nombres que deberían figurar entre los mejores de Europa. La imponente temporada del Atlético de Madrid, campeón de Liga y Copa, tendría que reflejarse en alguno de sus héroes. Fuera de Bejb1, que acaba de llegar y todavía no se ha ganado la titularidad, ningún rojiblanco está en la lista de de seleccionados por el grupo de presuntos expertos, gente de gustos extravagantes, como se aprecia en la nominación del búlgaro Ivanov, un defensa de medio pelo, perezoso para jugar y activo para viajar. Hace unos. anos paso desapercibido por el Betis, una estación de tránsito antes de proseguir su peregrinaje por Europa.

El olvido de Kiko y Caminero es sangrante. Su peso en el Atlético es decisivo. Kiko y Caminero son dos talentos de verdad, jugadores que en lo suyo apenas admiten comparación en el fútbol europeo. Desde su posición, Kiko desequilibra porque dispone de una rara combinación de brillantez, intuición, conocimiento y poderío físico. Donde al resto de los jugadores se les apaga la luz, Kiko inventa y encuentra salidas.

Con Caminero ocurre algo parecido. En el Mundial 94 se destapó como un jugador notabilísimo. Este año ha confirmado su condición de futbolista con pegada, listo, de mucha clase, uno de los que acostumbra a ganar partidos, que no es poca cosa, aunque el jurado no se haya enterado. Porque este jurado se entera de pocas cosas. Por ejemplo, se olvida de que Hierro es uno de los diez mejores futbolistas europeos. El magisterio de Hierro viene de lejos y vuelve a confirmarse esta temporada. Su ausencia de la lista es lamentable porque indica un profundo desconocimiento en la evaluación del talento de los jugadores.

Kiko, Caminero y Hierro no deberían preocuparse por su marginación de la lista. Hace un año, era tan evidente que Weah era el mejor jugador entre los que disputan los campeonatos europeos como que Mijatovic era el segundo mejor. Pues bien, Mijatovic ni tan siquiera figuró entre los cincuenta preseleccionados para el premio. Este año, sí. Claro que ahora juega en el Madrid. Es la única noticia que ha valorado el jurado de expertos.