El candado de Arconada y el gancho de Luyk

Arconada era el candado, Cortabarría mandaba en la defensa, Zamora era el cerebro en el centro del campo y López Ufarte, Idígoras y Satrústegui le daban mordiente a aquella Real Sociedad que marcó una época con dos títulos de Liga y de paso pulverizó los récords de imbatilidad en la Liga de fútbol. Nada menos que 38 partidos consecutivos se pasó el equipo que dirigía Alberto Ormaechea sin perder un solo partido. Fue un año y cinco días de imbatibilidad. La racha la perdió la Real Sociedad en la jornada 33ª de la temporada 1979-1980, en un partido que le enfrentó al Sevilla y que acabó 2-1 a pesar de que el equipo sevillista acabó con nueve jugadores. Y lo que es el fútbol: esa sola derrota resultó determinante para que el conjunto donostiarra perdiera toda posibilidad de alcanzar el título, que fue a parar a manos del Real Madrid, aunque luego los de Ormaechea ganaron las dos siguientes ediciones de la Liga.El Real Madrid es el equipo que más victorias consecutivas ha logrado en los últimos años del campeonato. Fueron 15 jornadas las que se pasó ganando sin parar en la temporada 1960-1961. El propio Real Madrid se acercó al récord de imbatibilidad de la Real Sociedad con 31 partidos sin conocer la derrota en la temporada 1988-1989.

A nivel internacional existen dos rachas recientes de imbatibilidad que han marcado época. La selección francesa vio cortada su epopeya por la selección danesa (1-0) hace dos semanas y cerró una serie de 30 partidos, 20 victorias y 10 empates durante casi tres años.

Por lo que a clubes se refiere, el Milan perdió su racha de imbatibilidad de casi un año primero en un amistoso celebrado en Bilbao el 19 de febrero de 1993 (2-0) y después en un partido de Copa ante el Roma (2-0) el 11 de marzo del mismo año. Desde abril de 1992 el equipo que dirigía Fabio Capello no había perdido un solo partido.

En baloncesto las rachas vigentes son de una magnitud asombrosa. El Real Madrid estuvo nada menos que 89 partidos sin conocer la derrota: desde el 31 de octubre de 1971 hasta el 9 de febrero de 1975. La última derrota, antes de que abriera la racha, fue ante el Barcelona (60-57) en el partido que precisamente sirvió para inaugurar el Palau Blaugrana. Eran otras épocas, en las que el Madrid era capaz de barrer al Barca (102-73) o al Estudiantes en la final de la Copa (126-87). En este periodo se retiró del equipo madridista uno de sus mejores jugadores de la historia, Emiliano; pero el equipo madridista no se resintió gracias a que contaba con jugadores como, Ramos, Brabender y Luyk, y a la incorporación de nuevos valores, como Corbalán y Walter Szerbiack.

Sesenta y tres partidos y otras tantas victorias. Ese era el balance de la selección de baloncesto de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos hasta que en Múnich 72 fue derrotada en una polémica final por la de, la URSS (51-50). La derrota privó al equipo de baloncesto de Estados Unidos de sumar su octavo título olímpico consecutivo.