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Suicidio del hombre que mató en EE UU a empleados de una clínica abortista

Se veía como campeón de los prolife o partidarios de la vida -fórmula con que se designan a sí mismos los defensores de la prohibición constitucional del aborto en EE UU-, pero, en diciembre de 1994, mató a dos personas y, ayer, terminó quitándose su propia vida. La corta y violenta carrera de John Salvi, un integrista católico de 24 años, ejemplificó una vez más los extremos a los que pueden llegar las cosas en un país repleto de armas y de pasiones religiosas.Salvi murió en la prisión de Massachusetts donde cumplía condena por doble asesinato. Fuentes del departamento de Justicia de ese Estado confirmaron que se suicidó, pero no quisieron precisar ni el lugar ni el método. Una radio de Boston aludió a "asfixia".

En diciembre de 1994, Salvi, un peluquero de Boston, en paro, atacó una clínica de esa ciudad mayoritariamente católica y conservadora que efectuaba legalmente abortos. Dos empleados perecieron a causa de los disparos. Al día siguiente, atacó otra clínica abortista, esta vez en Norfolk, Virginia. Allí fue detenido. En el Juicio, sus abogados insistieron en que era un perturbado mental. Fue amonestado numerosas veces por gritarle al juez que se consideraba víctima de una conspiración mundial anticatólica.

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