Mayor asegura que pronto se aclarará la paliza al testigo protegido 1964/S

"Soy optimista. Yo les aseguro que se van a esclarecer estos hechos", sentenció el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, como broche a la sesión celebrada ayer en el Congreso con motivo de la agresión y violación sufrida el pasado día 8 por el testigo protegido 1964/S en San Fernando (Cádiz).

Mayor no reveló ningún dato sobre las pesquisas, pero, según fuentes de la investigación, el testigo "cree reconocer" a dos personas cuyas fotos le fueron mostradas ayer por dos policías.Los portavoces de Izquierda Unida (IU), Eusko Alkartasuna (EA) y PNV sugirieron que detrás de la agresión a este testigo del caso Lasa-Zabala hay una "trama" para impedir que se aclare este episodio de la guerra sucia.

Más cauto y prudente, Josep López de Lerma, en nombre de CiU, reconoció que "no hay pruebas" de la existencia de tal trama, aunque aceptó que "no es un hecho casual". El diputado catalán calificó de "curioso" que llegara incompleto a Interior el auto en el que el juez Javier Gómez de Liaño solicitaba el pasado día 5 que se redoblara la seguridad del testigo.

Begoña Lasagabaster, de EA, acusó al ministro de no haber previsto que "la trama no iba a parar" hasta hacer imposible la resolución del caso GAL. "Como muchos creemos, esta investigación lleva hasta el cuartel de Intxaurrondo", agregó.

IU: ¿A quién interesa?

Willy Meyer, de IU, es partidario de que Interior cree una comisión de investigación interna "para saber hasta qué punto siguen teniendo autonomía los servicios de información, vinculados al general Rodríguez Galindo". Meyer, con un razonamiento de lógica de novela policiaca, se preguntó: "¿A quién interesa que este testigo protegido no hable?".

El guardia civil Francisco Hermida, imputado en el caso Lasa-Zabala, se acogió ayer, ante Liaño, a su derecho a no declarar sobre las presuntas amenazas vertidas contra José María Velázquez Soriano, otro testigo protegido.