Bono asegura que la postura de Pujol no impedirá que se revise el sistema autonómico a medio plazo
Fue la entrevista de lo imposible. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, respondió ayer al presidente de la Junta de Castilla La Mancha, el socialista José Bono, que no romperá su acuedo con el Gobierno en materia de financiación autonómica porque supone una conquista política para Cataluña. La respuesta se la dio en una "cordial entrevista" en el Palau de la Generalitat, y estaba cantada después de que Bono, a través de una carta publicada en EL PAÍS, pidiera a Puiol su ayuda Para forzar a Aznar a una nueva negociación que incluyera a los socialistas, cuyas comunidades -Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha- han rechazado el acuerdo. Bono se fue de Barcelona derrotado políticamente, pero con la sensación de que "técnicamente" el tiempo impondrá una revisión del sistema.
Jordi Pujol, principal socio de José María Aznar, ve con buenos ojos la apertura de un debate sobre la financiación autonómica., porque, vino a decir, así se de mostraría que Cataluña está discriminada. Por ello, José Bono cree precisamente, tras su con versación de hora y media con el líder de CiU, que el sistema será revisado a medio plazo. La víspera se había entrevistado con el secretario general del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Narcís Serra, y éste le había explicado que Cataluña no sale beneficiada, desde el punto de vista financiero, con el nuevo modelo. Pese a todo, a Bono no le sorprendió la negativa de Pujol. Ve en ella claras razones políticas: CiU, como le confesó Pujol, re presenta ante su electorado una conquista autonómica.El presidente de Castilla-La Mancha juega a la expectativa de la revisión del sistema a medio plazo porque, pese a las importantes diferencias políticas actuales, las distancias son menores en el terreno técnico entre el Gobierno, CiU y PSOE. Pujol le confirmó ayer que Cataluña va a congelar la aplicación de la capacidad normativa que a partir de ahora tienen las comunidades sobre el IRPF, principal caballo de batalla que distancia al Gobierno y CiU del PSOE. Fue un gesto para el acercamiento, porque el propio líder del PSOE, Felipe González, ha manifestado que si se diese marcha atrás en esa capacidad normativa sobre el IRPF y se pusieran topes máximos a la cesión de este impuesto -ahora es el 30% -,los socialistas acabarían aceptando.
Bono está convencido de que la fórmula de acercamiento se producirá a medio plazo, cuando se comprueben los errores del sistema en' su propio funcionamiento.
Se da la paradoja, según su argumento, de que la Generalitat catalana dice "sí" por razones políticas a un sistema que no le favorece financieramente, y la Junta de Castilla-La Mancha dice "no", también por razones políticas, a un sistema que quizás acabaría beneficiándole pero que es insolidario. Desde la Junta de Castilla-La Mancha se distingue entre "la filosofía política y la liquidación financiera". Es muy probable, por tanto, que, finalmente, el Gobierno de Bono acepte pasar por caja y recoja la liquidación anual que le aportará el nuevo sistema, aunque seguirá criticándolo.
El presidente de la Generalitat tiene previsto contestarle públicamente en la conferencia que pronunciará el martes en Madrid en el Círculo de Lectores. Ayer, si bien le trasladó su negativa a renunciar al 30% del IRPF sin topes y con capacidad normativa, también se mostró comprensivo con las comunidades que por tener una baja recaudación por IRPF necesitarían que se les cedieran otros impuestos, como el IVA, para alcanzar un nivel de autonomía financiera equivalente al que obtendrá Cataluña con el sistema pactado con el PP.
Campañas anticatalanas
Pujol distingue claramente entre la posición de Bono y de Manuel Chaves, el presidente de Andalucía, de la del extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, porque los dos primeros no participan de las "campañas anticatalanas" de su compañero de partido. El presidente catalán, al conocer el contenido de la carta de Bono publicada en EL PAÍS, se mostró comprensivo con su tono, pese a discrepar de su contenido.La reunión de ayer sirvió para limar las pequeñas asperezas que levantara aquella carta, en la que, tras expresar su desacuerdo con el modelo de financiación, Bono señalaba que Pujol debería tener un mayor sentido de Estado en materia de financiación.
Bono explicó a la salida de la reunión que se ha dirigido a Pujol "porque, es consciente de su extraordinario poder e influencia ante un Gobierno que tiene una extraordinaria debilidad", Según el político castellano-manchego, la debilidad del Gobierno del PP nace del hecho de que, "de la noche a la mañana ha tenido que cambiar su concepto de Estado para poder gobernar".
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