La fuerza multinacional continúa sin arrancar

La conferencia internacional de los países participantes en la fuerza multinacional de paz en Zaire ha decidido aplazar sus conclusiones hasta la próxima semana, por no disponer de información fiable sobre la situación en la región. A la reunión celebrada ayer en Stuttgart (Alemania) a iniciativa de Canadá, que también liderará la fuerza de intervención, asistieron diversas organizaciones humanitarias que crearán un grupo de trabajo para recabar información sobre las necesidades y analizar la situación.El general canadiense Maurice Baril, que dirigirá la fuerza internacional, aseguró que en este momento es imposible tomar una decisión "porque no se sabe ni el número de refugiados que hay en la selva ni el lugar concreto en que se encuentran". Los datos manejados por los participantes cifran el número de refugiados ruandeses que aún se hallan en Zaire entre 250.000 y 500.000.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, lamentó desde Stromberg (Alemania) el nuevo retraso, pero aseguró que "peor sería una intervención precipitada". Matutes participó ayer en esa ciudad en una reunión sobre el papel de Europa en el mundo. Según Matutes, las consecuencias de una intervención sin la necesaria información serían que "nuestras tropas y las de los aliados se convertirían en blanco de las distintas fuerzas del conflicto y los grandes paganos serían los propios refugiados". El secretario de Estado para la Cooperación Internacional, Fernando Villalonga, fue más lejos que Matutes al declarar en Bruselas que el Gobierno español cree que la ONU debe autorizar que la futura fuerza de paz desarme a los rebeldes de cualquier etnia en Zaire. España tiene previsto enviar unos 400 efectivos.

[La Unión Europea aprobó ayer una ayuda de 169 millones de ecus (unos 27.200 millones de pesetas) para ayuda humanitaria en la región de los Grandes Lagos, informa Reuter].