Un veterano agente de la CIA con 16 años de servicio, acusado de espiar para Moscú

La compra de una casa millonaria en las afueras de Washington y de un lujoso Jaguar levantó las sospechas sobre Harold Nicholson, un agente de la CIA con 16 años de servicio en los que fue jefe de la estación de Rumanía, número dos en Malaisia y jefe de una unidad de contraterrorismo en la sede de Virginia. Divorciado, 46 años, con tres hijos y con un sueldo de 73.000 dólares (unos 9,3 millones de pesetas), mantenía un lujoso tren de vida.Tras una minuciosa investigación, en la que se examinó hasta el contenido de su ordenador personal, sus cuentas bancarias y sus frecuentes viajes al extranjero en los que pagaba al contado, las autoridades estadounidenses han presentado cargos formales. Nicholson espió para Rusia desde 1994 a cambio de 100.000 dólares (unos 13 millones de pesetas). Entre la información vendida a Moscú están los nombres de los agentes de la CIA enviados al extranjero. Ayer fue presentado ante un tribunal, que le puede condenar a cadena perpetua.

"No se movía por ideologia, sino por avaricia", aseguró ayer la fiscal del caso, Helen Fahey. Nicholson fue detenido el sábado, en el aeropuerto de Dulles, a unos 40 kilómetros de Washington, cuando intentaba volar a Suiza con documentos secretos y con parte del dinero en metálico entregado por adelantado por Moscú.