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Sindicatos, abogados y ONG destapan el fraude de asesorías para inmgrantes

Ana Alfageme

Varias autodenominadas "asesorías internacionales" y despachos con sede en Madrid cobran por legalizar a los inmigrantes sin papeles ocultándoles las dificultades reales de convertirse en ciudadanos regularizados, para, creándoles falsas expectativas, sacarles el dinero. Así lo denuncian los sindicatos UGT y CC OO, el Colegio de Abogados y varias ONG que trabajan con extranjeros. La lucha contra este supuesto fraude se dificulta, según los denunciantes, por dos motivos: los extranjeros, temerosos de ser expulsados, no acuden a la policía; y los despachos sospechosos desaparecen.Los técnicos que los sindicatos UGT y CC OO destinan a los extranjeros, el aula de inmigrantes del Colegio de Abogados -que trabaja con Cruz Roja- y varias organizaciones no gubernamentales, como Karibú, Comrade y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), denuncian lo mismo: existen despachos, asesorías, que aconsejan erróneamente y que cobran por realizar trámites de legalización asegurando que hay más posibilidades de las reales de llegar, a los tan ansiados papeles.

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Según Javier Martínez, del sindicato UGT, existen cinco denuncias de otros tantos inmigrantes en comisaría contra un mismo despacho de Madrid por "cobro abusivo y por realizar gestiones que son inviables por realizarlas fuera de plazo". "Una de las denuncias ha prosperado y un juez ha llamado a la denunciante a declarar", añadió Martínez. Este abogado se negó a facilitar a EL PAÍS las copias de estos documentos. La policía de Madrid no ha confirmado la existencia de estas denuncias.

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Sin avisar

"Dijo que era abogado y que nos legalizaría en cinco meses", cuenta un inmigrante rechazado.

En su caso se pidió una exención de visado, denegada en octubre. Días antes había ocurrido lo mismo con su hermana. Cuenta el guineano que un sábado, hace pocas semanas, se presentó sin avisar en el despacho, que es también vivienda, de los asesores. "La mujer me recibió muy mal, enfadada. Pregunté por el hombre, estaba acostado, pero pude verle y me animó para llamar al lunes siguiente. Llamé, pero la mujer me respondió que su marido no estaba. Seguí llamando y nada, hasta que pedí hacer cuentas y que me devolvieran el expediente. La señora me dijo que no me iba a atender ni tenía tiempo para escucharme". Mendy relata que acudió a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y que allí le dijeron que faltaban papeles en la oferta de trabajo que presentaron sus asesores. Luego fue a UGT. "No diga quién soy", pide Mendy, que estudia FP, "tengo miedo"."Nunca hemos dicho que somos abogados", contesta la mujer al frente del despacho, "y miente quien lo. diga. No hemos hecho nada ilegal, y eso lo digo delante de usted y del juez". Sobre Mendy y sus conocidos, dice: "¡Si ayer vino su hermana! Es mentira que no hayamos querido hacernos cargo, y no hemos cobrado mucho por cinco personas. En dos, los que no son guineanos, no hemos podido hacer nada, tienen problemas con la justicia". Sobre la oferta de trabajo presentada en la solicitud de Mendy, dijo: "Eso fue por un favor que hizo mi marido. ¿Ve? No lo tenía que haber hecho". La mujer, de mediana edad, sentada en su puesto de trabajo, una mesita en un cuarto diminuto con dos sillas más, niega que existan denuncias contra su despacho: "El juez me lo tenía que haber comunicado, ¿no? Llevamos Mucho tiempo [no especifica cuánto] y nunca tuvimos problemas".

Javier Martínez, de UGT, relata que cinco inmigrantes han denunciado ante la policía a este mismo despacho y que una de las quejas, de una búlgara -que afirma que se presentó su solicitud para entrar en el cupo de trabajo fuera de plazo-, ha llegado al juez. En la Jefatura Superior de Policía de Madrid no conocen denuncias en comisaría. "Animamos a los ilegales a que denuncien los casos de abusos", explica el abogado de UGT, "porque si colaboran con la justicia tienen más posibilidades de legalizarse".

"Pues por eso denuncian, aunque s . ea mentira, para legalizarse", replica la asesora. Sobre la queja de la búlgara, dice: "A mí me dijeron en la Administración que se podían presentar los papeles este año para el cupo de 1995; lo permitieron hasta mediados de año".

"Permisos de residencia y trabajo. Extranjero, si buscas una solución a tus problemas, llámanos". "¡¡¡Inmigrante!!! Tramitamos tu permiso de residencia y trabajo. Llámanos, la información es gratis". Así se anuncian algunos despachos en el metro y por la calle. En uno de los que se publicita, también en el centro, se sienta un hombre maduro que afirma: "¿Acaso no es propaganda la placa que pone un abogado en su portal? Tenemos todo el derecho a anunciarnos, también tenemos abogados".

Una mujer polaca que visitó esta oficina relató a EL PAÍS: "Este hombre me dijo que había un 70% de posibilidades de legalizarme con un recurso". El responsable del despacho, que dibuja un sencillo esquema del proceso de legalización en un papel, como lo hace para sus clientes, alega: "Cada caso es único, y lo bueno que tiene el recurso es que se trata de un juez, una persona que debe decidir sobre el futuro del extranjero". Él y su socio cuentan que los desaprensivos son moneda común en estos asuntos.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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