COMO UN CASTILLO DE NAIPES.
La imprenta Hauser y Menet, ubicada en la calle del Plomo (Arganzuela), se vino abajo ayer tras la detonación de 180 kilos de explosivos. La voladura fue controlada por técnicos de la Gerencia de Urbanismo, Samur, bomberos, Policía Nacional y Municipal. La nave, de 4.000 metros cuadrados, cayó desplomada como un castillo de naipes. Tras la explosión, una nube de polvo se extendió por las calles limítrofes. Como medida de seguridad se retiraron todos los vehículos aparcados en la manzana afectada por la deflagración.
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