Aten cabos
Leyendo su periódico del pasado domingo día 11 de noviembre, caigo en la tentación de atar cabos.De un lado, la Real Fábrica de Tapices, "única de sus características en el mundo" y que desde su creación en el siglo XVIII "encierra toda una historia y una cultura española de 275 años", se extingue sin esperanza -con minúscula y mayúscula- como no sea tocada por la varita mágica de alguna generosa hada madrina-fundación.
Del otro lado, me entero de que un equipo de fútbol -español, con permiso de los autodeterminacionistas- ha pagado más de dos mil quinientos millones de pesetas por el fichaje de un excepcional jugador.
¿Cómo se me ocurriría el desatino de atar estos cabos a mí, ciudadano de la culta y civilizada sociedad occidental, a las puertas del siglo XXI?.
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