'PRETTY WOMAN' A LA ITALIANA
La loable intención de hacer una Pretty woman a la italiana ha costado varias querellas y un proceso a un empresario de Padua, de 32 años, que, habiéndose enamorado de una prostituta a la que acudía con regularidad, quiso llevarla al altar y retirarla de su fatigoso trabajo. Pero ésta, dos años mayor que el empresario, lejos de querer ser Julia Roberts, se negó a que el cliente la hiciera una reina y, ante la insistencia de su enamorado, se vio obligada a denunciarlo a la policía por molestias. Bien es cierto que el fogoso hombre, al ver rechazada su propuesta, la cortejó con métodos poco tradicionales como destrozarle el coche o emprenderla a cantazos con las ventanas de su apartamento. El caso es que el empresario de Padua terminará en los tribunales y que, si quiere seguir viendo a la destinataria de su furibundo amor, tendrá que ser previo pago. ¿Qué ha fallado en la historia? Quizá no tanto el que ella esté encantada, con lo que hace como el que quepa conjeturar que el paduano no se parece a Richard Gere.
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