La Comunidad destapa el fraude de los aparthoteles usados como viviendas

VIENE DE LA PÁGINA 1Desde 1990 proliferan por la zona oeste de Madrid los proyectos para levantar complejos hoteleros en zonas donde las normas urbanísticas impiden la construcción de viviendas. Así, entre agosto de 1990 y abril de 1995, la Dirección General de Turismo ha recibido más de una decena de solicitudes para levantar apartamentos turísticos. La mayoría están situados en Aravaca.

Turismo aplicó la ley para tramitar estas peticiones de autorización. Primero aprobó una calificación provisional donde indicaba que, en un futuro, podría ser autorizada la actividad de apartamentos turísticos. Con ese documento y con las consiguientes licencias municipales de obra y primera ocupación, los distintos promotores levantaron sus edificios. Pero la calificación provisional, según advierte Turismo, es sólo "indicativa, y en ningún caso implica autorización, ni provisional ni definitiva", para funcionar.

Posteriormente, Turismo concedió la autorización definitiva para que algunos de esos apartamentos iniciarán su actividad. Meses después, una campaña de inspección destapó el uso irregular de los edificios, lo que ocasionó la revocación de la autorización turística. De esta manera, tres complejos hoteleros han sucumbido al control de. la Comunidad. Otros siete están pendientes de autorización para funcionar. Y uno más, situado en el municipio de Villaviciosa de Odón, no pasó de los planos, pues la Dirección General de Turismo denegó la calificación provisional para que se pudiera iniciar la construcción.

Así, el 1 de octubre pasado, la Comunidad de Madrid revocó la autorización turística concedida a Construcciones Hamer para explotar el bloque de apartamentos El Hipódromo. La explotación turística del establecimiento no se ejercía "bajo el principio de unidad de explotación establecido en el Real Decreto 2.877/1982, de Apartamentos Turísticos", según los inspectores regionales. También descubrieron que "en muchos de los apartamentos no se llevaba a cabo la actividad de hospeaje

Inspectores

El 27 de abril de 1995, la sociedad limitada Administraciones Begu consiguió autorización para explotar los apartamentos turísticos La Zarzuela. Cuando los inspectores de Turismo visitaron el inmueble apreciaron que la empresa no aportaba la documentación requerida para comprobar la actividad de hospedaje turístico. El 26 de abril e este mismo año, Administraciones Begu manifestó que en ningún momento había llegado ejercer la explotación de los citados apartamentos turísticos. El 1 de octubre, Turismo resolvió revocar su autorización.

Por último, los apartamentos turísticos Villa Alsasua, con autorización de la Comunidad expedida el 6 de julio de 1994, cayeron en las redes inspectoras de Turismo al solicitar un cambio de titularidad. La Comunidad constató que no se habían aportado los contratos de los distintos propietarios y procedió a la revocación del permiso.

Turismo comunicará las tres resoluciones a la Junta de Moncloa-Aravaca, de la que depende el edificio, "a los efectos de posible infracción de las normas de planeamiento urbanístico". A partir de ese momento, será la autoridad municipal la que deberá actuar y, si procede, clausurar los edificios.

EL PAÍS pudo comprobar ayer que en los tres bloques citados, a los que Turismo ha revocado la autorización turística, se venden apartamentos, lo que es irregular, ya que están calificados sólo para su alquiler con fines turísticos.

Los apartamentos de El Hipódromo y La Zarzuela tienen 45 metros cuadrados de media. Dos se vendían ayer en el primero: uno por 17,5 millones y el otro, por 19,5. Villa Alsasua es el tercer aparthotel al que Turismo ha revocado la autorización. Un cartel en la verja que rodea el edificio ofrecía ayer un apartamento en venta.

Sólo en dos casos (los apartamentos Azata y Azata-La Florida) los inspectores comprobaron que cumplían la finalidad turística para la que fueron autorizados. Otros siete edificios permanecen pendientes de autorización definitiva. Entre ellos, El Mirador Real, comprado en tercera subasta por una comunidad de bienes en la que figuraban altos cargos del PP (Rajoy, Van Halen, Hermida), periodistas (Graciano Palomo; Jordi García Candau, ex director general de RTVE, y José Manuel Lorenzo, director general de Antena 3), empresarios e inmobiliarias. El edificio carece de autorización turística. El ministro Mariano Rajoy vendió su apartamento hace unos meses.