Sangriento zigzag de los degolladores argelinos
Decenas de nuevos asesinados en la terrorífica campaña de los integristas islámicos
Más de un centenar de campesinos han muerto degollados en Argelia en 10 días. Los asesinatos más recientes volvieron a cometerse en las regiones de Blida y Medea, a poco menos de medio centenar de kilómetros al sur de Argel, donde un comando de la guerrilla integrista atacó dos pueblos, asesinó en total a 29 vecinos y secuestró a un matrimonio, cuyos cadáveres fueron encontrados en las últimas horas en un naranjal. Los verdugos dejaron a modo de firma, encima de los cuerpos descabezados de este matrimonio, un trozo de cartón en el que se podía leer: "Grupo Islámico Armado. Ésta es la suerte reservada a aquellos que no hacen la oración".Los autores de estos asesinatos fueron presumiblemente los hombres de un caudillo integrista local llamado Tass Mohamded. Días atrás, este grupo guerrillero había pasado por el caserío de Bensalah, llevándose la vida de otra docena de vecinos, entre ellos cuatro mujeres y tres niños, la mayoría pertenecientes a una misma familia.
"Mientras huían, quemaron el furgón de la familia, lo que nos sirvió de señal de alerta, ya que vimos sus llamas. Fue entonces, cuando empuñamos las armas e intentamos, a campo través, salir detrás de ellos. Pero era de noche y se perdieron entre los naranjales", declaró a la prensa local uno de los vecinos de una casa cercana a la de Bensalah, mientras acariciaba su arma, un viejo Kaláshnikov, superviviente de la guerra de la independencia.
Este testigo forma parte, con otros muchos vecinos, de una fuerza de choque, denominada Los Patriotas, creada por las autoridades, con la que trata de oponerse a esta guerrilla integrista que, a puertas del invierno, ha empezado ya a bajar de las montañas, el Atlas de Blida, para aprovisionarse de alimentos y recaudar los impuestos islámicos (zankat), justo en el momento en que los campesinos recolectan sus cosechas.
Más decapitados en Medea
La ofensiva de la guerrilla integrista, centrada durante las últimas semanas en la región de Blida, parece haberse extendido a la zona colindante de Medea, donde fueron encontrados los cuerpos decapitados de los otros 29 campesinos, 11 de los cuales pertenecían a una misma familia. Los asesinatos se produjeron en dos poblaciones diferentes, que fueron atacadas por islamistas armados, según anunció ayer por la tarde un lacónico comunicado oficial.Estos nuevos asesinatos masivos, de los que se desconocen circunstancias, acaecieron en las cercanías de la prisión provincial de Berruhagia, donde, en el invierno de 1995, las fuerzas de seguridad mataron a más de medio centenar de prisioneros islamistas, a los que previamente habían concentrado en el lugar, con la intención de provocar una revuelta que justificara la consiguiente represión. Esta misma región fue el pasado invierno escenario del secuestro y asesinato de los siete monjes cistercienses que vivían en el monasterio de Nuestra Señora del Atlas, hoy abandonado.
Pero eso no es todo. Ayer, rastreando las páginas de la prensa local de Argel, se encontraban también trazos de sangre, mucho más al Sur, en la región de Tissemsilt, a 200 kilómetros de la capital, donde fueron asesinados otros seis civiles. El reguero de sangre subía después hacia el Norte y llegaba incluso a las cercanías de Hayut, donde se han localizado también, en las últimas horas, los cadáveres de otros cinco campesinos. En total, los argelinos conocieron ayer, en un solo día, el degollamiento de 42 campesinos.
Todo eso sucede cuando apenas faltan dos semanas para la celebración de un referéndum constitucional. Un resultado favorable al Gobierno en la consulta del día 28 permitirá la erradicación legal de los partidos políticos religiosos y otorgará al presidente la facultad de gobernar sin el Parlamento.
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